El Arzobispo de Concepción (Chile), Mons. Fernando Chomali, expresó que con las nuevas discusiones parlamentarias del aborto y la eutanasia, el país se va transformando en una “sociedad eugenésica”.
En el conversatorio “Café con fe” organizado por la Pastoral de la Pontificia Universidad Católica de Chile, se habló de los dos proyectos que están en primer trámite constitucional: el que busca para ampliar el aborto hasta la semana 14 de gestación sin precisar causal y el proyecto de la eutanasia.
En septiembre de 2017, la expresidenta Michelle Bachelet promulgó la ley del aborto bajo las causales de inviabilidad fetal, riesgo de vida de la madre y por violación.
Bajo la actual ley del aborto, esta práctica puede ser solicitada por una mujer hasta las 12 semanas de gestación en caso de violación. Cuando se trata de una menor de 14 años, el plazo se extenderá hasta las 14 semanas de gestación.
La actual ley dice que las menores de 14 años deberán contar con la autorización de su tutor y de lo contrario podrá representarla un juez de familia. También, bastará que la decisión de aborto entre los 14 y 18 años, sea conocida por sus representantes legales o un adulto.
Sin embargo, hoy 13 de enero, la comisión de Mujer, Equidad y Género de la Cámara de Diputados iniciará la discusión de un nuevo proyecto de ley para modificar el Código Penal y ampliar el acceso al aborto hasta la semana 14 de gestación. El proyecto no precisa bajo qué causales se podrá solicitar el aborto.
Al respecto, Mons. Chomalí expresó que “el aborto es una acción arbitraria”. “Es un tema ideológico que considera la libertad como un valor absoluto, pero ésta no considera la verdad del embrión humano” de que “debe ser tratado como persona por su dignidad y debe ser custodiado”.
“El aborto es un tema de sentido común. ¿Quién tiene derecho a decir qué vida merece ser vivida? Quién vota a favor del aborto es un arrogante porque se está atribuyendo un derecho que no tiene”, cuestionó.
Mons. Chomali alentó a “volver a reconocer el valor de la vida humana tal como es”, de lo contrario, “nos transformamos en una sociedad eugenésica que solamente quiere a los sanos y vamos a andar bien hasta que llegue alguien con más capacidad que la nuestra”.
“Una sociedad así, no es humana, podrá ser técnicamente perfecta, pero sin humanidad” y es en la ayuda al más débil “donde se mide el talante de la sociedad. No se mide por el ingreso per cápita, se mide por la capacidad que tenemos los seres humanos de hacernos cargo de las situaciones complejas”.
“Nosotros apostamos por una fraternidad universal donde defendamos a ultranza sobre todo a los más desvalidos” porque “si la sociedad responde con violencia, nosotros debemos hacerlo con solidaridad, con amor y con respeto”.
El Prelado recordó las tres iniciativas de apoyo a personas con síndrome de Down lideradas por la Arquidiócesis y las pastorales de Familia y Vida y de acompañamiento post aborto que intervienen en estas realidades dolorosas y de soledad.
A su turno, el médico obstetra Mauricio Besio aseguró que el triunfo celebrado por la legalización el aborto en Argentina, es dado por “personas que tienen una ideología distinta, en la cual la vida humana no vale lo mismo en toda su trayectoria, solo en algunas etapas. Es un paso atrás en todo lo que significa humanidad”.
El médico obstetra afirmó que “habitualmente la mujer que aborta cuando está sola y abandonada. No es una conducta natural. Una buena familia, una buena educación en la sexualidad responsable, una buena red de apoyo, son elementos que ayudan anular o disminuir la posibilidad del aborto”.
Además, recordó que durante el debate de la actual ley “todos eran partidarios del aborto libre. No se trataba de buscar casos específicos, de solucionar problemas puntuales sino de crear y hacer que la mujer pueda tener derecho a hacer lo que estime conveniente con su cuerpo, con su sexualidad y que alguien resuelva su problema cuando tiene un embarazo inesperado”.
Mientras hoy se inicia la discusión de la ampliación del aborto hasta la semana 14, la comisión de Salud de la Cámara de Diputados también debate el proyecto de “muerte digna y cuidados paliativos” calificada por los expertos como la “más liberal del mundo”.
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