Políticos cristianos de Iberoamérica crearon un decálogo para alentar el diálogo en su quehacer y de esa forma “reivindicar la dignidad de la política”.
Congregados por la Academia Latinoamericana de Líderes Católicos, algunos firmantes, ejercen cargos políticos en España, Italia, Chile, Argentina, Costa Rica, México, Uruguay, Brasil y Colombia.
El mensaje expresa que son “conscientes de que no puede haber un camino eficaz hacia la fraternidad universal y la paz social sin una buena política”, citaron.
“Desde la legítima diversidad de acentos y militancias, bajo la luz de nuestra común identidad cristiana y la aportación de la encíclica Fratelli tutti del Papa Francisco, queremos reivindicar la dignidad de la política, destacando lo que nos une y lo que proponemos desde nuestra identidad”, expresaron en un comunicado enviado a ACI Prensa el 18 de diciembre.
Los firmantes expresaron que “buscar el bien común” es lo que los mueve. “Recordaremos con frecuencia el deber que nos une como representantes de la ciudadanía a la que servimos”, afirmaron.
Por ello tendrán una actitud de escucha y “de reflexión y respeto tanto hacia el mensaje como hacia nuestro interlocutor, para encontrar dentro de nosotros la mejor actitud de acogida y de escucha a nuestro contrincante político”.
En ese sentido dijeron aspirar “a un diálogo que favorezca el entendimiento mutuo y la acogida de las razones del otro. Tenemos ideas diferentes, representamos a partidos diferentes; pero el diálogo es aceptar la humanidad del otro, asumir que el otro tiene verdad en lo que dice y otorgarle el beneficio de la buena fe”.
“El diálogo y el consenso suponen un proceso que implica renuncias, encuentros y no atrincherarnos en nuestras ideas”, sostuvieron.
Si bien “es legítimo no estar de acuerdo”. “El disenso desde la no violencia es respetable y respetado. El conflicto se gestiona desde la serenidad, el diálogo y la tolerancia mutua”.
En esa misma línea, los actores políticos insistieron en que invocarán “el diálogo sin caer en el victimismo, especialmente cuando la otra persona ataca directamente nuestros valores, nos acusa falsamente, nos desprecia, nos insulta o nos juzga”.
“Responderemos con perspectiva y altura de miras; no desde la inmediatez o el emotivismo, sino, cuando sea preciso, con el silencio o invitando a la reflexión, en el contraste de ideas”.
En cuanto al lenguaje, los firmantes invitan a omitir “palabras ofensivas, especialmente la descalificación personal, juzgar o cuestionar la capacidad o la forma de vida del rival político y evitaremos elevar la voz o gritar”.
“Utilizaremos el lenguaje sin ambigüedad, evitando que induzca a confusión”, aseguraron.
De otro lado, piden “rechazar y prevenir las ‘fake news’” así como evitar juzgar y levantar falsos testimonios”. En caso de caer ·involuntariamente en la ofensa, pediremos disculpas tan pronto nos percatemos de ello”.
En el decálogo, los actores políticos confirmaron su preocupación por “la vulnerabilidad de las personas. El sufrimiento evitable exige nuestra respuesta, y erradicarlo constituye una exigencia ética para todo responsable político”.
La Academia Latinoamericana de Líderes Católicos es un centro de formación internacional presidido por el Arzobispo primado de México, Cardenal Carlos Aguiar, y dirigido por el laico, José Antonio Rosas.
Entre sus objetivos se encuentran acompañar a católicos que descubren su vocación política, y desean conocer a fondo la Doctrina Social de la Iglesia, para asumir desde la experiencia cristiana su compromiso de vivir la fe, en sus responsabilidades políticas.
Actualmente cuenta con centros de formación en 7 países de América Latina y más de 5000 egresados.
Lea el manifiesto completo AQUÍ.
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