Arzobispos y obispos de hispanoamérica expresaron sus saludos y buenos deseos para el año nuevo 2021 que está por comenzar, y alentaron a experimentar en los corazones la conversión, así como trabajar por la paz y vivir una vida de oración.
En un video mensaje, el Arzobispo de Monterrey y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Mons. Rogelio Cabrera López, deseó a los fieles católicos “un año nuevo muy feliz” y “que 2021 sea un tiempo de gracia y de bondad para todos ustedes”.
“Quiero animarlos a mirar hacia adelante con mucha esperanza”, dijo, pues “Cristo tiene el poder de hacer de nuestro México y de nuestras vidas lo mejor”.
“Tenemos grandes desafíos que debemos vivirlos con mucha corresponsabilidad: tenemos que mejorar nuestra salud, tenemos que mejorar nuestra situación económica y también que haya paz en nuestro país”, dijo.
El Prelado mexicano subrayó que para superar esos desafíos “se necesita ser corresponsables en nuestras familias, en nuestros lugares de trabajo, en los espacios educativos, en la Iglesia”.
Por su parte, el Arzobispo de Quito, Mons. Alfredo José Espinoza Mateus, señaló que en 2020 “la pandemia nos golpeó duro, fue una tormenta que nos sorprendió a todos, pues todos estamos en esta barca, como nos dice el Papa Francisco. Una tormenta para la que no estábamos preparados”.
Sin embargo, señaló que no cree que el año se haya perdido, “ni podemos perder el 2021 que estamos comenzando”.
“Y no lo perderemos si a pesar de tanta situación que estamos viviendo todavía ponemos fuerza, ponemos esperanza, seguiremos trabajando unidos y seguimos viendo futuro”, dijo.
“Construyamos este año 2021 con la esperanza que está en nuestro corazón, la esperanza de Jesús que ha nacido en Belén, la esperanza hecha amor, hecha compromiso, hecha justicia, hecha solidaridad”, animó.
El Arzobispo de Bogotá (Colombia), Mons. Luis José Rueda Aparicio, expresó en un video su deseo de que los fieles católicos tengan “un año lleno de esperanza, de vida y de alegría en Dios nuestro Padre, nuestro Salvador”.
“El 1 de enero de cada año la Iglesia nos propone celebrar la Jornada Mundial de Oración por la Paz. Pues la paz es una tarea y es un don. Una tarea para usted y para mí y un don que recibimos del mismo Dios”, dijo.
“Que este año sea un año para luchar, para trabajar por la paz. que empieza en nuestro corazón y termina siendo vivida en la familia y en la sociedad”, añadió.
Además, continuó, “el 1 de enero la Iglesia celebra la fiesta, la Solemnidad de la Santísima Virgen María, Madre de Dios”.
“Algunos se escandalizan: ¿cómo es posible que la creatura lleve en su vientre al Creador? Pero esa es iniciativa de Dios y es lo que celebramos hoy: María es la elegida para ser la Madre del Salvador”.
El Prelado recordó luego que “estamos en el Año de San José, el Papa Francisco nos ha invitado a que todo este año miremos la figura de San José”.
“Y yo quiero proponerles tres características de San José: Fidelidad, silencio y trabajo”, dijo.
El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, expresó en su carta semanal su saludo de Año Nuevo, y recordó que en 2020 “hemos vivido a nivel mundial la pandemia del Covid-19, que debiera prolongar en todos nosotros las actitudes solidarias que ha despertado”.
“El corazón del hombre no está corrompido, y tiene capacidad de reaccionar en la línea del bien. Sin embargo, no persevera en ese bien cuando a nivel mundial manipula el reparto de las vacunas, cuando al mismo tiempo que lamenta los muertos por el Covid-19, aprueba en España una ley de eutanasia”, lamentó.
Mons. Fernández subrayó que “los cuidados paliativos están en la línea del cuidado como camino de la paz. La eutanasia, sin embargo, está en la línea del egoísmo, de la destrucción y de la muerte”.
“Pidamos a Dios que este nuevo año que estrenamos sea venturoso porque prevalezca la gracia sobre el pecado, la luz sobre las tinieblas, el amor que construye sobre el odio que destruye. Santa María, Reina de la paz, ruega por nosotros”, expresó.
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