El Papa Francisco realizó un nuevo llamado a la paz en la región de Nagorno Karabaj y al cese de hostilidades entre los ejércitos de Armenia y de Azerbaiyán en esta región en disputa entre ambas naciones.
“En estos días de fiesta no nos olvidemos lo que está sucediendo en Nagorno Karabaj, donde los enfrentamientos armados siguen a frágiles treguas, con trágico aumento de las víctimas, destrucción de viviendas, infraestructuras y lugares de culto”, señaló el Santo Padre al finalizar el rezo del Ángelus este domingo 1 de noviembre desde el Palacio Apostólico del Vaticano.
“Es trágico”, lamentó el Pontífice. “Quisiera renovar mi llamado a los responsables en el conflicto para que intervengan lo antes posible para frenar el derramamiento de sangre inocente. No piensen en resolver la controversia que se opone con la violencia, sino comprometiéndose en una sincera negociación con ayuda de la comunidad internacional. Por mi parte, estoy cercano a todos los que sufren e invito a pedir la intercesión de los santos para una estable paz en la región”.
Nagorno Karabaj es una región con una importante población armenia cristiana que, tras la caída de la Unión Soviética, quedó bajo soberanía de Azerbaiyán, país de mayoría islámica y de cultura turca.
La región fue ocupada por las fuerzas militares armenias en 1994 y proclamaron en ese territorio la República de Artsaj, sólo reconocida por Armenia.
A finales del pasado mes de septiembre, el ejército de Azerbaiyán, armado y con apoyo logístico de Turquía, inició una ofensiva para recuperar el enclave.
La guerra sigue su curso y, aunque el ejército azerbaiyano ha ocupado amplias zonas de este territorio, el ejército armenio resiste en las zonas montañosas del interior.
Durante el rezo del Ángelus del pasado 11 de octubre, el Papa Francisco había emitido un llamamiento al “alto el fuego por razones humanitarias, con miras a alcanzar un acuerdo de paz sustancial”.
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