Cada 1 de julio, en Estados Unidos, se conmemora a San Junípero Serra, franciscano del siglo XVIII que encabezó numerosas misiones en América del Norte, que con el tiempo se convertirían en grandes ciudades norteamericanas.
Junípero Serra Ferrer nació el 24 de noviembre de 1713 en Petra, Mallorca (España). A los 16 años se convirtió en fraile y cambió su nombre por el de Junípero.
En 1749, motivado por su celo evangelizador, partió junto con veinte misioneros franciscanos hacia el Virreinato de la Nueva España, hoy México.
Allí impulsó su labor misionera desde el Colegio de Misioneros de San Fernando. Luego de seis meses recibió la aprobación del Virrey para iniciar una misión en Sierra Gorda, un territorio montañoso donde ya habían fracasado algunos franciscanos. En ese lugar permaneció 9 años.
En 1767, Carlos III decretó la expulsión de todos los miembros jesuitas de los dominios de la corona, lo que incluía al Virreinato de Nueva España. Los jesuitas, que atendían la población indígena y europea de las Californias, fueron sustituidos por 16 misioneros de la orden franciscana, encabezados por fray Junípero.
La comitiva salió de la ciudad de México el 14 de julio de 1767 y embarcó por el puerto de San Blas rumbo a la península de Baja California. Tras una corta travesía arribaron a Loreto, sede de la Misión de Nuestra Señora de Loreto, que es considerada la madre de las misiones de la Alta y Baja California.
Una vez llegados los misioneros a la península, decidieron seguir explorando la Alta California para llevar la luz del Evangelio a la población indígena de esa región.
El 3 de julio se erigió la Misión de San Carlos Borromeo. En julio de 1771 se estableció la Misión de San Antonio de Padua y en agosto la de San Gabriel, que se encuentra en la actual área metropolitana de Los Ángeles. El 1 de septiembre de 1772 se fundó la misión de San Luis Obispo de Tolosa.
Los misioneros catequizaban a los indígenas, les enseñaban nociones de agricultura, ganadería y albañilería, les proporcionaban semillas y animales y les asesoraban en el trabajo de la tierra.
Junípero Serra falleció en la Misión de San Carlos Borromeo (Monterrey, California), el 28 de agosto de 1784. Sus restos se encuentran en la Basílica de esta misma misión.
San Juan Pablo II lo beatificó en 1988, y fue proclamado santo el 23 de septiembre de 2015 por el Papa Francisco. La ceremonia de canonización se realizó en Estados Unidos, por lo que fue la primera vez que se llevó a cabo una ceremonia de este tipo en ese país. Un dato llamativo fue que el Papa Francisco visitaba por primera vez en su vida Estados Unidos.
En su homilía, el Santo Padre recordó que Fray Junípero Serra “tuvo un lema que inspiró sus pasos y que plasmó en su vida. Supo decir, pero especialmente supo vivir diciendo: ‘siempre adelante’”.
San Junípero Serra es el único español que tiene una estatua en el Salón Nacional de las Estatuas en el Capitolio, donde reside el poder legislativo de los Estados Unidos y lugar donde están representados los personajes más ilustres de esa nación.
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