El nuevo Directorio para la Catequesis publicado por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización del Vaticano este 25 de junio enfatiza el trabajo de evangelización en el mundo digital de Internet y las redes sociales, enfatiza el rol de la enseñanza de la Iglesia en la bioética y frente a la ideología de género, y alienta por redoblar esfuerzos en la pastoral para migrantes y en el trabajo en favor del medio ambiente.
Aprobado por el Papa Francisco y firmado por Mons. Salvatore Fisichella y José Octavio Ruiz Arenas, respectivamente presidente y secretario del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, el Directorio para la Catequesis sustituye al “Directorio general para la catequesis”, publicado en 1997.
“Una presencia evangelizadora en el continente digital”
El documento subraya la importancia del “fenómeno de la cultura digital” y las “nuevas tecnologías”, que “han creado una nueva infraestructura cultural que afecta la comunicación y la vida de las personas”.
“En el espacio virtual, que muchos consideran no menos importante que el mundo real, las personas adquieren noticias e información, desarrollan y expresan opiniones, participan en debates, dialogan y buscan respuestas a sus preguntas. Por tanto, no valorar adecuadamente estos fenómenos conduce al riesgo de ser insignificantes hoy para muchas personas”, indica.
Mientras que “en la Iglesia estamos acostumbrados, con cierta frecuencia, a una comunicación unidireccional: se predica, se enseña y se presentan síntesis dogmáticas”, continúa el Directorio para la Catequesis, “las formas de comunicación digital, en cambio, ofrecen mayores posibilidades, ya que están abiertas a la interacción”.
“Por lo tanto, además del conocimiento tecnológico, es necesario aprender modos eficaces de comunicación, y garantizar a la vez una presencia en la red que sea testigo de los valores evangélicos”.
“Sin embargo, la realidad virtual no puede reemplazar la realidad espiritual, sacramental y eclesial vivida en el encuentro directo con las personas”, añade, pues “para testimoniar el Evangelio, se requiere pues una comunicación auténtica, resultado de una interacción real entre las personas”.
El documento del Vaticano remarca que “la verdadera cuestión no es cómo utilizar las nuevas tecnologías para evangelizar, sino cómo convertirse en una presencia evangelizadora en el continente digital”.
A lo largo de sus cerca de 300 páginas, el Directorio para la Catequesis profundiza en la importancia de la evangelización y la formación de los catequistas, así como la preparación para la pastoral en los distintos ambientes en los que está presente la Iglesia, con sus sacerdotes, religiosos y laicos. También aborda con detalle el proceso de formación en cada etapa de la vida del cristiano.
“Evangelizar no es, en primer lugar, llevar una doctrina; es, ante todo, hacer presente y anunciar a Jesucristo”, destaca el documento, pues “los cristianos tienen el deber” de anunciar el Evangelio “sin excluir a nadie”.
“No como quien impone una nueva obligación, sino como quien comparte una alegría, señala un horizonte bello, ofrece un banquete deseable”, señala.
El “genio femenino” en la catequesis
El Directorio para la Catequesis tiene también un espacio para destacar que “las comunidades cristianas están constantemente animadas por el genio femenino por lo que se reconoce como esencial e indispensable su contribución en la realización de la vida pastoral”.
Las mujeres, indica el documento, “con sensibilidad particular son capaces de comprender el ejemplo de Jesús: servir en las pequeñas cosas como en las grandes, actitud de quien ha entendido completamente el amor de Dios por el ser humano y encima lo prodigan al prójimo cuidando de todos y del mundo”.
La Iglesia comparte con los migrantes “el don de la fe”
Recogiendo las palabras del Papa Francisco en su discurso a los participantes en el VII Congreso sobre pastoral de migrantes, en 2014, el Directorio para la Catequesis asegura que “la Iglesia, como ‘madre sin confines y sin fronteras’, acoge a los migrantes y refugiados, compartiendo con ellos el don de la fe”.
“La Iglesia participa en estructuras de solidaridad y de acogida, y también se preocupa en estos contextos por testimoniar el Evangelio”, señala.
El documento vaticano precisa luego que “la Iglesia tiene una pastoral específica para los migrantes, que tiene en cuenta sus características culturales y religiosas. Sería injusto, a los muchos desarraigos ya experimentados, sumar la pérdida de sus ritos y de su identidad religiosa”.
La Iglesia promueve y defiende la vida humana
El Directorio para la Catequesis recuerda que “en su misión de promover en todo tiempo y lugar la vida humana y defenderla cuando está amenazada, la Iglesia afirma con claridad que la vida personal es sagrada e inviolable”.
Tras advertir sobre los riesgos de ideologización en las investigaciones científicas, el documento alienta al trabajo bioético y pide estar alerta a “experimentos genéticos, en particular al riesgo de la eugenesia, que es una práctica que —de hecho— realiza una discriminación entre las personas”.
También subraya el riesgo de “lo que hoy se presenta bajo la denominación de gender”, la ideología de género, según la cual “la identidad de género ya no sería un dato original que la persona debe acoger y llenar de sentido, sino una construcción social que se decide autónomamente, desvinculada completamente del sexo biológico”.
Con esta línea de pensamiento, señala, “el hombre niega la propia naturaleza y decide creársela él mismo”.
El documento destaca además la condena a la pena de muerte añadida en 2018 por el Papa Francisco al Catecismo de la Iglesia Católica, recordando que esta condena “es en sí misma contraria al Evangelio, porque con ella se decide suprimir voluntariamente una vida humana que es siempre sagrada a los ojos del Creador”.
La Iglesia y la crisis ecológica
El nuevo Directorio para la Catequesis advierte además que “un ámbito en que son claramente perceptibles las consecuencias de un exceso antropocéntrico es el de la crisis ecológica”.
Esta crisis, continúa, “toca cuestiones que han de ser tratadas simultáneamente: contaminación, cambio climático, uso de los recursos primarios y pérdida de la biodiversidad, desigualdad planetaria, deterioro de la calidad de vida humana y degradación social”.
El Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización precisa en sus primeras páginas que este directorio “es un instrumento perfectible. No tiene pretensiones de plenitud, porque por su naturaleza está destinado a las Iglesias particulares, de modo que se motiven y sean apoyadas para redactar sus propios Directorios”.
La elaboración de este documento vaticano, señala, “ha involucrado a diversos expertos como expresión de la universalidad de la Iglesia. Además, en sus fases de redacción ha sido sometido al juicio de varios obispos, presbíteros y catequistas”.
“Hombres y mujeres han sido integrados en este difícil trabajo que deseamos pueda ser un válido aporte al momento actual. A todos ellos, sin retórica, va nuestro agradecimiento personal y gratitud por el gran trabajo desarrollado con competencia, pasión y desinterés”, expresan los autores.
Publicar un comentario