14 de agosto de 2023 / 8:10 p. m.
Gilles Bouhours fue un niño francés que, con sólo 5 años, “ayudó” al Papa Pío XII a proclamar el dogma de la Asunción de la Virgen María el 1 de noviembre de 1950, hace 73 años.
En la Solemnidad de la Asunción de la Madre de Dios, en cuerpo y alma al cielo, recordamos la historia poco conocida de Gilles, quien se convirtió en el “signo” que pidió el Pontífice a la Virgen María para proclamar el dogma establecido en la constitución Munificentisimus Deus.
Pío XII, quien recibió la consagración episcopal el día de la primera aparición de Nuestra Señora de Fátima el 13 de mayo de 1917, había pedido a la Virgen un signo, que llegó en carne y hueso en la persona de Gilles. El encuentro entre el Santo Padre y el pequeño, explica la Enciclopedia Católica (EC), se realizó el 1 de mayo de 1950.
“El pequeño reveló en dicha ocasión al Santo Padre un secreto que le habría comunicado la Madre de Dios en una revelación privada para ser transmitido al Papa: ‘La Sainte Vierge n'est pas morte, Elle est montée au Ciel en corps et en âme’ (La Santa Virgen no murió; subió al cielo en cuerpo y alma)”, precisa la EC.
La EC añade que después de haber consultado a muchos, la presencia del niño en el Vaticano “habría decidido al Papa Pacelli a proceder a la definición dogmática, viendo en él una expresa confirmación celeste”.
¿Quién fue Gilles Bouhours?
Gilles Bouhours nació en Francia el 27 de noviembre de 1944, día de la Medalla Milagrosa. Antes de cumplir un año sufrió de meningitis y encefalitis. En ese entonces ese diagnóstico habría significado la muerte, pero el pequeño sobrevivió.
Madeleine, una religiosa amiga de la familia, alentó a sus padres a poner debajo de la almohada del niño una imagen de Santa Teresita del Niño Jesús, lo que habría permitido su curación.
Poco a poco Gilles comenzó a tener una gran afinidad con la oración y con la penitencia, algo inusual en un pequeño.
Se dice, además, que habría tenido varias apariciones de la Virgen María, la primera de las cuales habría ocurrido el 30 de septiembre de 1947.
El 13 de diciembre de 1948, luego de otra aparición, Gilles le contó a su papá que tenía un “secreto” que debía comunicar al Papa, lo que llevó a su encuentro con Pío XII en 1950.
Algunos años después, el 24 de febrero de 1960, Gilles que ya tenía 15 años, enfermó sin que los médicos lograsen definir un diagnóstico. Luego de recibir la Unción de los enfermos, confesarse y comulgar, murió.
Alain Guiot, escritor y profesor francés, ha escrito varios libros sobre Gilles Bouhours y considera que “su santidad debe ser reconocida”.
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