En conversación con EWTN Noticias, Moreno relata que la idea de filmar la película nació hace 11 años durante una visita al Museo de los Mártires Claretianos.
“Me pareció muy interesante la historia que hay detrás —cuenta—, porque, pese a lo que la gente pueda pensar, la película Mártires no es la historia de una venganza, es una historia de perdón”, en la que los seminaristas no desearon el mal a sus verdugos, sino que murieron siendo “coherentes con sus ideas, perdonando hasta el último momento y hasta al último de sus de sus captores”.
En ese sentido, añade que “es una película muy necesaria”, porque “hay que reivindicar que no se debe perseguir a alguien por sus creencias (…). Reivindicamos la libertad de poder elegir tu credo, tu fe y ser respetado por ello”.
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