Según destaca Asia News, el Cardenal Andrew Yeom Soo-jung, Arzobispo de Seúl y Administrador Apostólico de Corea del Norte, presidió la Misa.
Y dedicó a la Virgen de Fátima la diócesis de Pyongyang, que sufre persecuciones aún cuando carezca de visibilidad y animó a los fieles a una renovación espiritual, y a la nueva evangelización de la Península coreana.
Numerosos fieles participaron en la Misa, siempre respetando el aforo y siguiendo las indicaciones marcadas para la seguridad para evitar los contagios por coronavirus.
El Cardenal Yeom, que vivió la Guerra de Corea, recordó a los más de 2 millones de soldados y civiles que murieron durante la contienda, así como la persecución de cristianos que tuvo lugar.
Según datos del Departamento de Estado de Estados Unidos, entre el 10 y el 45% de las personas encarceladas por su fe en Corea del Norte son cristianas.
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