El Papa Francisco invitó a buscar “no sólo los dones de Dios, sino a Él”, y confiarle “no sólo los problemas, sino la vida”.
Así lo indicó durante el rezo del Ángelus este domingo 26 de junio, solemnidad de San Pedro y San Pablo. En su reflexión, el Pontífice recordó que Dios concedió a San Pedro “grandes gracias y lo liberó del mal”.
Del mismo modo, “también lo hace con nosotros. De hecho, a menudo acudimos a Él sólo en momentos de necesidad”. Sin embargo, Francisco insistió en que es importante acudir a Dios también para ofrecerse uno mismo: “Hay que pedirle a Dios no sólo la gracia del momento, sino la gracia de la vida”.
El Papa destacó que en el lugar donde se alza la plaza y basílica de San Pedro, fue martirizado el apóstol, primer Obispo de Roma: el lugar donde San Pedro dio su vida y convirtió ese hecho en un gesto de esperanza.
“Dios desea hacernos crecer en el don: sólo así podemos ser grandes. Nosotros crecemos si nos damos a los demás. Miremos a San Pedro: no se convirtió en un héroe porque fue liberado de la prisión, sino porque dio su vida allí. Su don ha transformado un lugar de ejecución en el hermoso lugar de esperanza en el que nos encontramos”.
El Papa destacó cómo Jesús enseña a Pedro y le explica cuál es el secreto para una vida feliz: “El Evangelio de hoy nos muestra precisamente el diálogo que cambió la vida de Pedro. Se encontró ante la siguiente pregunta de Jesús: ‘¿Quién dices que soy yo?’. Y respondió: ‘Tú eres el Hijo de Dios vivo’. Y Jesús contestó: ‘Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás’”.
“Jesús dice bienaventurado, es decir, literalmente, feliz. Tomemos nota: Jesús dice Bienaventurado eres a Pedro, que le había dicho Tú eres el Dios vivo. ¿Cuál es entonces el secreto de una vida dichosa, feliz? Reconocer a Jesús, pero a Jesús como Dios vivo, no como una estatua”.
Por último, el Pontífice invitó a preguntarse: “Y yo, ¿cómo presento la vida? ¿Pienso sólo en las necesidades del momento o creo que mi verdadera necesidad es Jesús, que hace de mí un regalo? ¿Y cómo construyo mi vida, sobre mis capacidades o sobre el Dios vivo?”.
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