El Tribunal Superior de Londres rechazó este 23 de septiembre la impugnación presentada por una joven con síndrome de Down contra la ley que permite el aborto de bebés con discapacidad hasta los 9 meses de embarazo.
En el fallo del jueves 23, la corte de Reino Unido declaró que una ley que permite el aborto hasta el nacimiento por discapacidad no es discriminatoria.
El 6 de julio, la joven británica con síndrome de Down, Heidi Crowter, se presentó frente a la Corte Suprema de Londres junto a Máire Lea-Wilson, una madre cuyo hijo tiene síndrome de Down, para desafiar la ley de aborto que ambas señalan que es discriminatoria.
Luego del veredicto, Crowter señaló que está realmente molesta por el resultado “pero la pelea no ha terminado. Los jueces pueden pensar que no me discrimina, pero les digo que me siento discriminada”.
“Este es un día muy triste, pero seguiré luchando”, indicó. “No me rendiré. ¡Hagámoslo!”, agregó.
Lea-Wilson señaló que “las personas con síndrome de Down enfrentan discriminación en todos los aspectos de la vida” y lamentó que este fallo apoye “la discriminación al cimentar la creencia” de que las vidas de las personas con discapacidad “no son tan valiosas”.
“No me arrepiento de haber presentado esta impugnación porque creo que ha ayudado a crear conciencia sobre las maravillosas vidas de las personas con síndrome de Down”, agregó.
Además, remarcó que este caso ha ayudado a “disipar algunas de las actitudes negativas, obsoletas y prejuiciosas que prevalecen en la sociedad y la profesión médica”.
“Como madre de Aiden, continuaré luchando y buscaré apelar este juicio con Heidi porque todos deben ser valorados por igual sin importar la cantidad de cromosomas que tengan”, subrayó.
Para practicar abortos en Inglaterra, Escocia y Gales existe un límite de tiempo general que son las 24 semanas de embarazo. Sin embargo, la Sección 1 (1) (d) de la Ley del Aborto de 1967 permite el aborto hasta el nacimiento si “existe un riesgo sustancial de que si el niño naciera, sufriera de anomalías físicas o mentales como para quedar seriamente discapacitado”.
En 2020 se registraron 3.083 abortos por discapacidad en Inglaterra y Gales, de los que 693 se realizaron después de un diagnóstico prenatal de síndrome de Down. Esta cifra representa un aumento en comparación al 2019, donde 656 bebés con esta condición fueron abortados.
Jason Coppel, el abogado que representa a Crowter y Lea-Wilson, dijo al Tribunal Superior que Heidi fue “objeto de abuso debido a su discapacidad y cree que la existencia de una ley que permite el aborto hasta el nacimiento de los bebés con SD [síndrome de Down] es una causa cultural que contribuye a este tipo de abuso”,
Heidi Crowter y Lea-Wilson, que cuentan con el respaldo del grupo Don’t Screen Us Out, financiaron colectivamente más de 140 mil dólares para el caso ante la Corte.
Lea-Wilson dijo a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI- que en mayo se sintió inspirada a participar en el caso después de ver en la televisión a Crowter discutir sobre la ley de aborto.
Señaló que las palabras de la joven defensora de los derechos de las personas con discapacidad resonaron en ella después del nacimiento de su segundo hijo, Aidan, en junio de 2019.
Lea-Wilson relató que descubrió “que Aidan probablemente nacería con síndrome de Down, cuando tenía 34 semanas de embarazo”, y confesó que “luego, me preguntaron repetidamente si quería terminar con el embarazo”.
“De repente, la forma en que me trataron cambió de una madre emocionada esperando un segundo hijo a una mujer que enfrenta una gran tragedia y que tenía que tomar una ‘decisión’: abortar o no mi embarazo”, señaló. “Tengo dos hijos a quienes amo y valoro por igual, así que no puedo entender por qué la ley no los valora por igual”, subrayó.
“Los jueces deben saber que no estamos sufriendo y que nuestros padres y familia no sufren. Los médicos necesitan escuchar esto, necesitan escuchar a personas como yo y aprender más sobre la vida con síndrome de Down”, dijo Heidi fuera de la corte.
“Mi lucha por la justicia y la igualdad nos ha traído hoy aquí para cambiar una ley que me hace pensar que no debería haber nacido”, señaló. “Cuando la ley cambie para nosotros, habremos ganado la pelea. Hagámoslo”, concluyó.
Traducido y adaptado por Harumi Suzuki. Publicado originalmente en CNA.
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