La hermana Marilyn Marie Minter, una de las cuatro Hermanas Felicianas de Norteamérica que sirven en Haití, ha trabajado en la isla desde el terremoto de 2010 hasta hoy, y recientemente, ha servido a los damnificados del sismo de magnitud 7.2 que azotó el país el 14 de agosto.
En una reciente entrevista concedida EWTN News In Depth, Sor Marilyn detalló su experiencia en el terremoto más reciente. En la mañana de aquel día, ella y sus hermanas Felicianas estaban en su convento en Jacmel, a 128 kilómetros del epicentro en Les Cayes. Ellas corrieron.
“La hermana Inga, que está en la habitación a mi lado, grita: ‘¡Sal de la casa rápidamente! ¡Es un terremoto! ¡Sal! ¡Ahora! ¡Rápido!’. Esto debido a que nuestras otras dos hermanas que están con nosotros, esta es su primera experiencia con un terremoto”, dijo la Hna. Marilyn.
Las cuatro hermanas –Marilyn, Inga Borko, Mary Izajasza Rojek y Mary Julitta Kurek– dirigen un complejo misionero que incluye una clínica médica móvil, farmacia, casa de voluntarios, centro de actividades, patio de recreo, laboratorio de computación para estudiantes y una cocina que alimenta a casi 100 niños.
A nivel internacional, las Hermanas Felicianas representan a más de 1.000 religiosas que practican un estilo de vida franciscano en cuatro continentes. Fundada por la Beata María Ángela Truszkowska en 1855, comenzaron en Polonia y llegaron a América del Norte en 1874.
En 2009, las Hermanas Felicianas de América del Norte formaron la Provincia de Nuestra Señora de la Esperanza, que consta de ocho provincias Felicianas en los Estados Unidos y Canadá. Se esfuerzan por vivir su misión de “cooperar con Cristo en la renovación espiritual del mundo”. Esto significa evangelizar niños, jóvenes en riesgo, estudiantes universitarios, ancianos, dispacitados, personas en prisión y centros de detención, y otros que están marginados y viven en la pobreza.
La Hna. Marilyn viajó por primera vez con su orden a Haití en 2010, después de que el país sufriera un terremoto de magnitud 7.0 que mató a unas 250.000 personas. Regresaron en 2012 y, en 2018, dedicaron su misión a servir a los haitianos en cuatro áreas principales: curar enfermos, proporcionar agua potable, alimentar a los hambrientos y educar a los líderes del mañana.
Cuando las hermanas se dieron cuenta de que era un terremoto, salieron corriendo de la casa. La Hna. Marilyn recordó haber escuchado gritos de sus vecinos. Después de esperar afuera durante aproximadamente 20 minutos, las hermanas regresaron a su casa y le escribieron a su superiora en Pensilvania para asegurarle su seguridad.
Otros en Haití no tuvieron tanta suerte. El terremoto mató a más de 2.200 personas y más de 300 personas siguen desaparecidas. Según la Agencia de Protección Civil de Haití, el desastre natural dejó 12.268 heridos y casi 53.000 casas destruidas. World Vision informó que otras 77.000 viviendas resultaron dañadas, junto con 60 lugares de culto, 20 escuelas, 25 centros de salud y 48 hogares de acogida que atienden a 1.700 niños.
“Escuchamos lo devastador que fue en Les Cayes, Jeremie y otras aldeas al oeste de nosotros”, dijo la Hna. Marilyn.
Veinte personas murieron cuando se derrumbó la iglesia St. Famille du Toirac cerca de Les Cayes. En Les Anglais, el terremoto arruinó la Iglesia de la Inmaculada Concepción y mató a 17 personas menores de 25 años.
“Una iglesia en Les Cayes se estaba bautizando y vimos fotos de estos niños muertos con sus trajes blancos. Hace llorar a tu corazón”, dijo la religiosa.
Incluso después del terremoto, el peligro no había terminado para las hermanas: a las dos de la tarde sintieron una réplica y salieron corriendo una vez más.
Tres horas después, Caritas anunció que estaba recolectando materiales de emergencia para los afectados directamente por el terremoto. Las hermanas entraron en acción.
“Recogimos lo que teníamos en nuestro contenedor, y nuestro contenedor se estaba quedando vacío, pero reunimos medicamentos, vendajes, guantes quirúrgicos. Recogimos ropa, toallas, sábanas, zapatos que nos sobraron y los empaquetamos”, dijo la Hna. Marilyn a EWTN News In Depth.
“Con un balde y un filtro, puedes tomar agua de lluvia y puedes filtrar esa agua y darles agua purificada. Le das un balde y un filtro a una mujer, una familia, y luego ella le da agua limpia a otras tres familias. Puedes tener sostenibilidad. Puedes tener empoderamiento. Y puedes tener independencia”, enfatizó la Hna. Marilyn.
Las hermanas actualmente están recaudando dinero para comprar suministros, incluidos materiales médicos y escolares, productos de higiene, ropa de cama y artículos para bebés.
La Hna. Marilyn también espera enviar computadoras portátiles o tabletas a Haití. Las donaciones pueden enviarse a Felician Sisters of North America, 871 Mercer Road, Beaver Falls, PA 15010, con “Haití” en el memo. También aceptan donaciones en línea en feliciansistersna.org.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.
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