Un año después de la grave explosión que se produjo en el puerto de Beirut, Líbano, causada por el incendio en un almacén donde se almacenaba un cargamento de 2,750 toneladas de nitrato de amonio, el Papa Francisco renovó su cercanía al pueblo libanés y su llamado a la solidaridad internacional para que el Líbano “vuelva a ser un mensaje de fraternidad”.
Al finalizar la Audiencia General este miércoles 4 de agosto en el Aula Pablo VI del Vaticano, el Santo Padre afirmó que “un año después de la terrible explosión que se produjo en el puerto de Beirut, capital del Líbano, que ha provocado muerte y destrucción, mi pensamiento se dirige a ese querido país, sobre todo a las víctimas, a sus familias, a los muchos heridos y a quienes han perdido la casa y el trabajo”.
El Pontífice lamentó que “muchos han perdido la ilusión de vivir”. Francisco recordó que “en la Jornada de Oración y Reflexión por el Líbano, el pasado 1 de julio, junto con los líderes religiosos cristianos, hemos acogido las aspiraciones y las esperanzas del pueblo libanés, cansado y decepcionado, e invocando de Dios luz y esperanza para superar la dura crisis”.
“Hoy hago también un llamado a la comunidad internacional pidiendo ayuda para que el Líbano recorra un camino de resurrección con gestos concretos, no únicamente con palabras: gestos concretos”, afirmó.
Además, mostró su deseo de que la conferencia internacional de ayuda al Líbano, que se está celebrando promovida por Francia y por las Naciones Unidas, sea provechosa.
El Papa Francisco finalizó su mensaje reiterando su deseo de visitar el Líbano: “Queridos libaneses, mi deseo de ir a visitaros es grande, y no me canso de rezar por vosotros, para que el Líbano vuelva a ser un mensaje de fraternidad, un mensaje de paz para todo Oriente Medio”.
El Papa Francisco ya había anunciado su intención de visitar Líbano “tan pronto como se den las condiciones” durante la audiencia privada que concedió en el Vaticano el pasado 22 de abril al Primer Ministro libanés, Saad Hariri.
La posible visita del Pontífice a este país de Oriente Medio ya se había planteado en la rueda de prensa del 8 de marzo celebrada en el vuelo de regreso a Roma tras el viaje apostólico a Irak.
Por otro lado, en el encuentro que el Papa celebró con los líderes cristianos del Líbano en la Basílica de San Pedro del Vaticano el 1 de julio para rezar “Juntos por el Líbano”, el Pontífice hizo un llamado a dar una oportunidad para la paz y la esperanza en el Líbano: “¡Basta de utilizar al Líbano y Oriente Medio para intereses y beneficios ajenos! Es necesario dar a los libaneses la oportunidad de ser protagonistas de un futuro mejor, en su tierra y sin injerencias indebidas”, expresó en aquella ocasión.
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