Este miércoles, fiesta de San Juan María Vianney, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) saludó a todos los sacerdotes del país, los animó a continuar con su misión y les agradeció por su dedicado servicio pastoral, sobre todo durante el tiempo de la pandemia de COVID-19.
“Esta carta tiene el propósito de agradecerle su caridad pastoral manifestada en tantas iniciativas evangelizadoras y en su testimonio de una Iglesia compasiva que vive unida al Pastor. Queremos, además, animarlos para seguir instaurando el Reino prometido por el Señor, que propicie el encuentro entre todos los que habitamos este país”, señaló la CEC en una carta emitida el 4 de agosto.
Los obispos colombianos señalaron que “desde el inicio de la pandemia, hemos vivido lo que San Juan María Vianney experimentó en sus primeros nueve años como párroco en el pequeño pueblo de Ars: la ausencia significativa de fieles en los templos y la precariedad de los recursos humanos y económicos”.
“Pero, como aconteció con el Cura de Ars, no nos hemos amedrentado ante las dificultades de estos tiempos; por el contrario, las arduas circunstancias económicas y de salubridad pública, agudizadas por la crisis social, nos han lanzado a propuestas evangelizadoras creativas”, acotaron.
Los prelados aseguraron que si bien “vivimos momentos fatigosos”, “nunca hemos dejado de confiar en la providencia divina”.
“Hemos sido ministros de esperanza, acompañando a los miembros de nuestras comunidades, en medio de la incertidumbre, sus enfermedades y sus duelos. Hemos presidido las exequias de sus familiares y amigos, respetando todas las medidas de bioseguridad; sabemos lo que implica entregar en las manos del Señor a un ser querido en estas circunstancias, pues cientos de hermanos diáconos, presbíteros y obispos se han sumado a los miles de colombianos y migrantes extranjeros fallecidos en este tiempo de pandemia”, continuaron.
La CEC afirma que la realidad adversa les “ha ayudado a valorar la pastoral de la escucha, el amor auténtico de nuestros fieles hacia los sacramentos y a la Palabra, el puesto prioritario que siempre han tenido los pobres y vulnerables en nuestras iglesias particulares y el acrecentado dinamismo de los proyectos de la dimensión social de la evangelización”.
Respecto a la pastoral social, recordaron su trabajo en “los bancos de alimentos, en la atención a los migrantes y habitantes de calle, y en las iniciativas de la pastoral de la salud”.
Finalmente, los obispos colombianos señalaron que “en el amor del corazón de Cristo y de la Virgen María, madre de los sacerdotes, renovamos nuestro compromiso de oración de los unos por los otros, para que nuestra vida y ministerio, a ejemplo del Santo Cura de Ars, siga siendo el palpitar del Buen Pastor, que ama y se entrega por su pueblo”.
Respecto a la cifras de COVID-19 en Colombia, el Ministerio de Salud y Protección Social reportó el 3 de agosto de 6.929 casos nuevos en 24 horas y 268 fallecimientos en el mismo periodo.
El país llega a un total de 121.484 de muertes a causa del virus desde el inicio de la pandemia.
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