Este 11 de enero México celebrará la Hora Santa Nacional al conmemorarse el 98 aniversario de la bendición y colocación de la Primera Piedra del Segundo Monumento a Cristo Rey en el cerro del Cubilete en Silao, en el estado mexicano de Guanajuato.
La ceremonia, que se repetirá en todo el país, se transmitirá en vivo desde el Santuario Votivo Nacional de Cristo Rey de la Paz, que corona el cerro del Cubilete, a las 11:00 (hora local) a través de su página oficial de Facebook.
En un comunicado que incluye una propuesta de celebración para los templos de todo el país, el Santuario Votivo Nacional de Cristo Rey de la Paz indicó que “para quienes son devotos de Cristo Rey existe una fecha anual que no se puede olvidar, la fecha es el 11 de enero”.
Ese día, continuó, “se celebra la Hora Santa Nacional especialmente en el Santuario Votivo Nacional de Cristo Rey de la Paz y debería ser una obligación que se celebrase en todas las diócesis de nuestro país”.
“Es una tradición que inició aquí en la Montaña de Cristo Rey y que es para la Iglesia que peregrina en México un día muy especial”, subrayó.
La primera Hora Santa Nacional, recordó el santuario, se celebró el 11 de enero de 1924 por iniciativa del entonces Obispo de León, Mons. Emeterio Valverde y Téllez, con la aprobación del Episcopado mexicano.
“Desde entonces se ha continuado celebrando, salvo en los años de 1927, 1928 y 1929”, en los que México vivió la Guerra Cristera y la persecución religiosa del gobierno de Porfirio Elías Calles.
“Eran tiempos de persecución contra los que expresaban su fe públicamente”, añadió.
En esa ocasión, indicó el santuario mexicano, “se iniciaba la tradición de repicar las campanas a las 11:00 horas, para anunciar que se bendecía a México, desde todos los templos, iglesias, abadías, parroquias; catedrales con Jesucristo Rey Eucarístico”.
El Santuario Votivo Nacional de Cristo Rey de la Paz alentó a no dejar pasar “esta fecha tan significativa para nuestra Patria y para el Episcopado y motivémonos para juntos realizar cada 11 de enero el Juramento de vasallaje y fidelidad ante Cristo Rey”.
“Y pidámosle que reine en nuestros corazones y desde ahí reine en medio de nuestra sociedad; que el laicismo no nos afecte, y nos lleve a encerrarlo en los templos y le impidamos estar en las realidades temporales, pues es ahí donde lo necesitamos, que reine en ‘nuestra casa, en nuestra patria’ y en todo lugar”, concluyó.
Publicar un comentario