Los obispos de Estados Unidos alentaron la oración, el ayuno y las reformas, durante un encuentro virtual el lunes al debatir el Informe McCarrick, sobre los abusos del excardenal, publicado por el Vaticano la semana pasada. La discusión se dio al iniciarse la asamblea plenaria de otoño del Episcopado.
Los obispos también agradecieron al Papa Francisco la publicación del informe, así como a las víctimas que salieron al frente para relatar sus experiencias.
El Arzobispo de Baltimore, Mons. William Lori, resaltó la importancia de que “cada uno de nosotros los obispos se comprometa a pasar una hora al día en oración y reparación ante el Santísimo Sacramento así como comprometernos a alguna forma de ayuno o penitencia durante cada semana”.
“Digo esto porque en esos momentos de oración es que los problemas descritos en el Informe McCarrick dejan de ser problemas meramente estructurales, dejan de ser una especie de problema que está ‘afuera’ y debe ser solucionado por otra gente, y empezamos a asumir la responsabilidad personal por lo que ha sucedido en la vida de la Iglesia”, resaltó el Prelado.
Tras alentar a cuidar de los menores y los adultos vulnerables, el Arzobispo dijo que para hacerlo no se requiere “que hagamos un gran programa, no se requiere gastar mucho dinero, probablemente no requiere que destinemos mucho de nuestro tiempo”, pero sí de todos modos pasar un tiempo considerable “ante el Santísimo Sacramento”.
El informe reveló que si bien algunas acusaciones de inconductas de McCarrick se conocían en varias etapas en su ascenso en la jerarquía de la Iglesia, a la hora de tomar decisiones para promover a McCarrick, las acusaciones no tenían evidencia que las justificara.
El presidente del Episcopado y Arzobispo de Los Ángeles, Mons. José Gomez, abrió el debate tras expresar su “profunda pena” por lo contenido en el informe.
“No hay duda de las fallas del pasado y tomará tiempo procesar las muchas lecciones que se encuentran en estos cientos de páginas. Podríamos no responder a cada pregunta en este encuentro. No podremos curar toda herida, pero espero que Dios nos de la fuerza para seguir tratando”, aseguró.
Además de Mons. Gomez, otros 14 obispos, arzobispos y cardenales se dirigieron a los prelados en relación al escándalo McCarrick, expresando su gratitud personal al Papa Francisco por la publicación del informe y por las medidas establecidas desde 2018 para mejorar la responsabilidad entre los obispos.
Mons. Michael Olson, Obispo de Fort Worth, pidió que haya transparencia financiera, resaltando que los malos manejos de McCarrick aún no han sido aclarados del todo. El Prelado dijo que McCarrick “dio dinero a clérigos y organizaciones que no están nombrados en el informe”.
“Para nosotros ofrecer una garantía de nuestro compromiso a la conversión, lo que los fieles nos piden con este informe, necesitamos que el sistema no permita que esto suceda otra vez. Y aquellos de nosotros que operamos con este sistema, las organizaciones y clérigos deben ser nombrados como sí se hizo en el informe sobre el Obispo Bransfield”, indicó Mons. Olson.
En julio de 2019 el Papa Francisco estableció algunas medidas disciplinarias contra Mons. Michael J. Bransfield, Obispo Emérito de Wheeling-Charleston, acusado de abusos y mal manejo económico con fondos de la Iglesia.
Las medidas son las siguientes: prohibición de residir en la diócesis de Wheeling-Charleston, prohibición de presidir o participar en cualquier celebración pública de la liturgia en cualquier lugar; y finalmente la obligación de enmendar personalmente el daño causado.
Mons. Olson rindió homenaje a las víctimas de McCarrick, especialmente a James Grein, cuya acusación pública en 2018 dio inicio a las investigaciones.
“Es curioso preguntarse qué estaría haciendo McCarrick hoy” si es que Grein no hubiera tenido el valor “de salir al frente”.
El Cardenal Joseph Tobin, Arzobispo de Newark, dijo que los obispos necesitan hablar más sobre las medidas para las reformas tomadas por la Iglesia desde que se inició el escándalo en 2018.
Al recordar la cumbre mundial de obispos que se dio en febrero de 2019, el Cardenal dijo que “el Papa Francisco reunió a los obispos de todo el mundo, pero más importante es que reunión a víctimas y abogados de las víctimas en la asamblea en la sala sinodal”, tras lo cual el Santo Padre publicó el motu proprio Vos estis lux mundi, que entró en vigor en junio de 2019.
El Arzobispo de Chicago, Cardenal Blase Cupich, dijo que la publicación del Informe McCarrick “ha sido un momento de gracia y algo que debemos seguir estudiando y leyendo”, sin embargo dijo que “debemos ser honestos sobre esto: el informe comisionado por el Santo Padre ha sido histórico igual que sus iniciativas”.
El Cardenal también criticó a otros obispos por su poca gratitud o lealtad al Papa. “Tenemos estructuras ahora para seguir adelante y debemos poner atención a eso”, dijo, y alertó a los demás prelados a avanzar “en un camino que sea de unidad y respetando la colegialidad” con el Papa.
“Tenemos que asegurarnos que nunca tendremos otra situación en la que cualquiera de nuestra conferencia asuma un bando en relación al Santo Padre, o desafiándolo o incluso con algunos que exijan su renuncia”.
“Ese tipo de cosas realmente deben parar. El Santo Padre ha indicado el camino en el que tomamos esta iniciativa juntos de manera colegial”, agregó el Cardenal.
El Obispo Auxiliar de Phoenix, Mons. Eduardo Nevares, se refirió a la necesidad de prevenir que los sacerdotes se aíslen, lo que puede generar algunos problemas y una conducta pecaminosa.
“Una cosa que no he escuchado en el debate de hoy es la necesidad de que los obispos apoyemos y alentemos, visitemos y conversemos con los sacerdotes”, dijo.
“Muchas veces los sacerdotes están solos en la parroquia y muchas veces se sienten ignorados y no apreciados”, destacó. “Tal vez la soledad, tal vez el aislamiento son razones para que los sacerdotes tengan problemas como la pornografía o pecados sexuales”, concluyó.
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en CNA
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