En el marco de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado que se celebrará el domingo 29, el Papa Francisco ha enviado al Limosnero Apostólico Vaticano, Cardenal Konrad Krajewski, a visitar las barriadas del área de Capitanata en la zona de Foggia, en la región italiana de Puglia.
El Limosnero vaticano llegó acompañado por el Obispo de San Severo, Mons. Giovanni Checchinato, y el Arzobispo de Foggia-Bovino, Mons. Vincenzo Pelvi, con quienes se desplazó a dos de estos asentamientos precarios conformados por barriadas y granjas abandonadas, para encontrarse con miles de trabajadores agrícolas, en su mayoría migrantes procedentes de África y algunos de Europa Oriental, que viven en graves condiciones de inseguridad jurídica, de vivienda y de salud.
El primer gueto visitado por el Cardenal Krajewski fue Borgo Mezzanone, que forma parte del municipio de Manfredonia, donde viven unas 800 personas.
El segundo asentamiento visitado fue el llamado Gran Gueto, que se encuentra en Torretta Antonacci, en el territorio del Municipio y Diócesis de San Severo, a 25 km de San Severo.
La Santa Sede indicó que el área de Capitanata, dedicada mayormente a la agricultura, ha recibido una gran cantidad de trabajadores temporales que se reúnen en asentamientos informales, ocupando granjas abandonadas o construyendo grandes barrios de chabolas.
Se explicó que “el fenómeno de la explotación laboral grave se ve alimentado por la falta de mecanismos eficaces para la contratación formal de trabajadores y la provisión de vivienda por parte de los empleadores. Es así como nacen los llamados ‘guetos’, en forma de barriadas pobres con poco o ningún acceso a agua potable, sin sistema de alcantarillado y sin sistema de calefacción, en una zona con inviernos muy fríos”.
“Con este gesto, el Pontífice quiere estar cerca de todas estas personas víctimas de explotación, marginación y exclusión, llevarles una palabra de esperanza y expresar su grito de ayuda en una sociedad que desarrolla ‘en sí misma la tendencia hacia un individualismo acentuado que, unido a la mentalidad utilitarista y multiplicado por la red mediática, produce la globalización de la indiferencia’", informó la Limosnería Apostólica Vaticana.
En ese sentido, indicó que el objetivo ha sido transmitir el mensaje del Papa de que "la respuesta al desafío que plantea la migración contemporánea se puede resumir en cuatro verbos: acoger, proteger, promover e integrar”.
“Pero estos verbos no sólo se aplican a los migrantes y refugiados. Expresan la misión de la Iglesia a todos los habitantes de las periferias existenciales, que deben ser acogidos, protegidos, promovidos e integrados. Si ponemos en práctica estos verbos, contribuimos a la construcción de la ciudad de Dios y del hombre, promovemos el desarrollo humano integral de todas las personas y también ayudamos a la comunidad mundial a acercarse a los objetivos de desarrollo sostenible que se ha fijado y que, de otro modo, serán difíciles de alcanzar", expresa el Papa.
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