El Gobierno de Estados Unidos lideró una coalición de 19 países que declararon ante las Naciones Unidas (ONU) que no existe el “derecho internacional al aborto” y que deberían eliminarse términos “ambiguos” como el de “salud sexual y reproductiva” de sus documentos oficiales.
El vocero de los 19 países fue Alex Azar, secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (HHS, por sus siglas en inglés), quien realizó varias observaciones sobre la cobertura sanitaria universal previas a la reunión de alto nivel desarrollada el lunes 23 de septiembre en las sesiones de la 74° Asamblea General de la ONU.
Azar pidió a otros países que se unan la coalición conformada por Estados Unidos, Bahrain, Bielorusia, Brasil, República Democrática del Congo, Egipto, Guatemala, Haití, Hungría, Irak, Libia, Mali, Nigeria, Polonia, Rusia, Arabia Saudita, Sudán, Emiratos Árabes Unidos y Yemen.
“No apoyamos referencias a términos y expresiones ambiguas, como la salud y los derechos sexuales y reproductivos en los documentos de la ONU, porque pueden socavar el papel crítico de la familia y promover prácticas, como el aborto, en circunstancias que no gozan de consenso internacional y que puede ser malinterpretado por las agencias de la ONU”, señaló Azar.
Además, aseguró que “dichos términos no tienen en cuenta adecuadamente el papel clave de la familia en la salud y la educación, ni el derecho soberano de las naciones a implementar políticas de salud de acuerdo con su contexto nacional. No existe el derecho internacional al aborto y estos términos no deben usarse para promover políticas y medidas proaborto”.
Azar declaró que la coalición, la cual “representa a más de 1.300 millones de personas” y a “tres de los seis grupos regionales de la OMS”, solo apoya “la educación sexual que aprecia el papel protector de la familia y no tolera los riesgos sexuales perjudiciales para los jóvenes”.
“Por lo tanto, solicitamos que la ONU, incluidas las agencias de la ONU, se centre en esfuerzos concretos que gocen de un amplio consenso entre los Estados miembros. Con ese fin, solo los documentos que hayan sido adoptados por todos los Estados miembros deben citarse en las resoluciones de la ONU”, fue el pedido del Secretario del HHS.
Al final de su comunicado, Azar explicó que los países que representa apoyan “la igualdad de acceso a la atención médica, que incluye, entre otros, problemas reproductivos, salud materna, planificación familiar voluntaria e informada, VIH, eliminación de la violencia contra mujeres y niñas, y el empoderamiento para alcanzar el más alto nivel de salud”.
“Apoyamos programas para mejorar la salud, la vida, la dignidad y el bienestar de mujeres, hombres, niños y familias, y continuaremos siendo su defensor incondicional”, dijo Azar, y destacó que “la familia es la institución fundamental de la sociedad y, por lo tanto, debe ser apoyada y fortalecida”.
Postura de la Santa Sede en la reunión de alto nivel sobre la cobertura sanitaria universal
Ese mismo día el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano y jefe de la Delegación de la Santa Sede ante la 74 Asamblea General de la ONU, dijo que “el derecho a la salud se reconoce universalmente como un derecho humano básico y se entiende que comprende la salud de la persona en su conjunto y de todas las personas durante todas las etapas del desarrollo de su vida”.
“Por lo tanto, el derecho a la salud está inextricablemente vinculado con el derecho a la vida y nunca puede ser manipulado como una excusa para terminar o deshacerse de una vida humana en cualquier punto de todo el continuo de su existencia, desde la concepción hasta la muerte natural”, subrayó.
En otro momento, criticó la declaración sobre la cobertura universal de salud adoptada en la apertura de la reunión.
“La Santa Sede considera muy desafortunado que la declaración adoptada incluya las referencias profundamente preocupantes y divisivas a los ‘servicios de salud sexual y reproductiva’ y ‘salud sexual y reproductiva y derechos reproductivos’ como componentes de la cobertura universal de salud”, dijo el Cardenal Parolin.
Finalmente, sostuvo que la Santa Sede, en particular, “rechaza la interpretación que considera el aborto o el acceso al aborto, el aborto selectivo por sexo, el aborto de fetos diagnosticados con problemas de salud y la subrogación materna”.
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