Los obispos de Cuba 'por el camino de Emaús'
Nuevo Plan de Pastoral de la Conferencia Episcopal. Proponen un sencillo itinerario espiritual y actitudes que motivan una ruta que haga avanzar
Roma, 04 de junio de 2015 (ZENIT.org) Staff Reporter | 0 hits
La Conferencia Episcopal de Cuba ofrece el nuevo Plan de Pastoral “como un don que, al ser acogido logre ser realizable”. Los obispos han decidido llamarlo “Por el camino de Emaús” como una motivación que desde el evangelio “nos pone en actitud de peregrinos del encuentro.”
Los prelados de la isla caribeña explican que “la inquietud como ardor pastoral es la motivación primera que queremos como Iglesia Católica que peregrina en Cuba y que camina junto al pueblo”. Quienes recibimos este Plan Pastoral “somos invitados a hacer un camino, que sea esperanza alegre de vida, que inquiete y despierte la fe de todos en Cristo el Señor; Él está vivo para que tengamos vida plena en Él. Todo esto con la fuerza del Espíritu de la vida que da el Resucitado, en medio de nuestra historia como pueblo y de la realidad que cada día vivimos”, aseguran los obispos de Cuba.
Asimismo precisan que este Plan Pastoral “debe comenzar por inquietarnos a todos desde la propia vida ante la vocación y misión recibida”. Y añaden que “cuando la evangelización, que es el anuncio de la Buena Noticia de salvación, parte de la inquietud interior que hay en el evangelizador y que surge en lo profundo del corazón de las personas que buscan respuestas a sus preocupaciones; brota la novedad transformadora de la vida de quienes se encuentran con Jesús vivo”.
En el documento, los obispos proponen “un sencillo itinerario espiritual y de actitudes que motivan una ruta que nos haga avanzar; son pasos y no saltos; es un proceso sereno y alegre en el que sentiremos un nuevo ardor del Señor resucitado que va junto a nosotros”. El primer paso es la llamada “a vivir cada día la conversión a Jesucristo y a su Palabra”. El segundo paso es que, cada uno como discípulo, “anuncie la alegría de su evangelio como Buena Noticia de salvación. Sentirse enviado”. El tercer lugar proponen que “juntos hagamos brotar la novedad de la vida en Dios, para que el testimonio transformador de amor y esperanza de nuestras comunidades y familias, expresen la comunión y participación misionera de la Iglesia”. Y el cuarto y último paso es que “unidos llegue a todos los hombres y mujeres de nuestra Patria, la ternura y misericordia de Dios Padre”.
Leer el Plan Pastoral aquí
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