Fracasa intento de abrir las puertas al aborto en Código Penal de El Salvador

Un intento de reformar el Código Penal de El Salvador para abrir las puertas al aborto fracasó este 18 de octubre en la Comisión de Legislación de la Asamblea Legislativa.

El proyecto, conocido como “reforma Beatriz”, fue presentado por grupos feministas el 28 de septiembre y buscaba modificar el artículo 133 del Código Penal de El Salvador, que actualmente contempla penas de prisión de entre 2 y 8 años a quien se someta o realice un aborto en el país.

En El Salvador no hay ninguna mujer en la cárcel por el delito de aborto, porque la condena es tan reducida que los jueces suelen asignar sanciones menos severas, que no incluyen prisión.

La Constitución de El Salvador reconoce “como persona humana a todo ser humano desde el instante de la concepción”.

La Fundación Sí a la Vida celebró que el intento de abrir las puertas al aborto fuera archivado, y recordó que Beatriz, cuyo nombre fue usado por las feministas para este proyecto, fue una “mujer engañada por la industria del aborto”, pues “le hicieron creer que dar a luz a su bebé con anencefalia podría costarle la vida”.

“Los médicos le asistieron, su bebé nació y ella vivió”, señaló la plataforma provida. Beatriz, añadió, “murió en un accidente de moto no por su parto”.

Julia Regina de Cardenal, presidenta de la Fundación Sí a la Vida, criticó en Twitter que “los grupos pro aborto siguen usando a Beatriz, quien murió en un accidente de moto mucho tiempo después de haber tenido a su bebecita, sin ningún problema y ninguna razón para hacerle un aborto”.

Los promotores del aborto, aseguró, “siempre mienten”.

En diálogo con ACI Prensa, Sara Larín, fundadora de la Fundación VIDA SV, señaló que “la  ‘reforma Beatriz’ estaba basada en un caso del año 2013, en el que las feministas exigieron a la Corte Suprema de Justicia abortar a una bebita con anencefalia”.

“Sin embargo, gracias a la redacción de nuestra actual Constitución, que reconoce a toda persona humana desde el instante de la concepción, nunca se autorizó el aborto a Beatriz”.

“Ella pudo tener a su bebita en un proceso de parto inducido, la bebita vivió unas horas y luego falleció por razones naturales relacionadas a su padecimiento”, explicó.

Larín subrayó que “esa es la diferencia ética entre matar y dejar morir, que defienden las leyes provida de El Salvador, que al reconocer que el bebé, aunque sea diagnosticado con alguna enfermedad, igual tiene derecho a vivir y a que se respete su integridad física”.

“Esta es una victoria para el sector provida, pero es también un recordatorio de la victoria a favor de los derechos humanos de todos sin distinción. Los bebés con anencefalia son personas y nadie tiene derecho a matarlos por su condición genética”, subrayó.

La fundadora de VIDA SV alentó luego a los miembros de la Asamblea Legislativa de El Salvador a que “sigan los pasos de Honduras, para prohibir el aborto a nivel Constitucional”.

“Y el Poder Ejecutivo siga el ejemplo de Guatemala, al adherirse a la Declaración del Consenso de Ginebra, que reúne a todos aquellos estados que buscan proteger la vida del no nacido protegiendo a la mujer”, expresó.

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