El Comité Ejecutivo Nacional del Colegio Médico del Perú (CMP) desistió de realizar el proceso de formulación de su nuevo Código de Ética, el cual, fomentaba el mal llamado aborto “terapéutico”.
El pasado 10 de septiembre, el anteproyecto de actualización del Código de Ética fue aprobado por unanimidad por el Comité de Doctrina y Legislación del CMP.
Cinco días después, se aprobó su publicación en el portal web institucional, a fin de recibir “dentro de los 30 días siguientes a su publicación, las opiniones de los colegiados” y de instituciones médico científicas.
Sin embargo, el anteproyecto recibió múltiples críticas por parte de miembros del gremio, quienes señalaron una falta de transparencia en el proceso.
Según un comunicado emitido por el Comité Ejecutivo Nacional del CMP el 13 de octubre, “en vista que no existe ninguna intención oculta o subalterna de aprobar un nuevo código de Ética y Deontología, el Comité Ejecutivo Nacional del Colegio Médico del Perú, ha considerado conveniente suspender el proceso de formulación del nuevo Código de Ética y Deontología, y todos los aportes obtenidos hasta la fecha, serán trasladados como insumos, a fin de que la nueva gestión elegida en el próximo proceso electoral continúe con esta tarea institucional”.
🚨 COMUNICADO N° 137 | Con relación al anteproyecto de actualización del Código de Ética y Deontología del #CMP, ponemos en conocimiento de todos los miembros de la orden y del público en general, lo siguiente:
— Colegio Médico Perú (@CMP_PERU) October 13, 2021
#GestiónDelBicentenario #TodosSomosCMP pic.twitter.com/x8MJVBnjMY
Los dirigentes actuales del CMP dejarán su cargo a inicios del 2022, ya que a fines del presente año se deberán elegir nuevas autoridades para el periodo del 2022 al 2024.
Puntos controversiales del suspendido anteproyecto de Código de Ética
Entre los puntos controversiales del documento se encuentra el artículo 32, que indica que “el médico debe respetar el derecho de las mujeres, sin discriminación alguna, de acceder al aborto terapéutico cuando esta medida sea el único modo para salvar la vida de la madre gestante o evitar un daño permanente a su salud, ciñéndose a las pautas establecidas”.
En el artículo siguiente, precisa que “si el médico tuviera, en razón de sus valores morales o religiosos, una posición contraria al aborto terapéutico (objeción de conciencia) tiene la potestad de negarse a realizar el acto”.
“Sin embargo, es su deber asegurarse que de la madre gestante reciba la atención debida, o brindársela él mismo si se tratara de una emergencia y no hubiera otro profesional que pudiera hacerse cargo de la paciente”, señala el suspendido proyecto.
Otro punto controversial es el 34, en el que se lee que el “médico que atiende a adolescentes que tienen relaciones sexuales tiene el deber de orientar sobre la importancia de asumir su sexualidad de manera responsable y de utilizar métodos anticonceptivos”.
En el artículo 35, respecto a casos de violación sexual, se precisa que “es deber del médico, como parte del cuidado integral que la situación requiere, informar a la paciente de la posibilidad de una infección de transmisión sexual, incluido el VIH, la posibilidad de una gestación no planeada, así como de la posibilidad de evitarla mediante la anticoncepción oral de emergencia (AOE) [NdR: píldora abortiva], si es que la víctima se hallara dentro de las 72 horas de producido el acto de violencia, siendo necesario su consentimiento informado”.
Aborto “terapéutico” en Perú
En Perú, desde 1924 de acuerdo al Código Penal, el aborto terapéutico es un delito “no punible”, es decir que no tiene pena de cárcel.
Según el artículo 119 del Código Penal, para que el aborto no sea punible, debe ser el único medio para salvar la vida de la gestante o para evitar en su salud un mal grave y permanente.
Desde el 2014, cuando fue aprobada la guía del aborto “terapéutico”, los gremios médicos más importantes del país como la Federación Médica Peruana, el Sindicato Nacional Médico del Seguro Social del Perú y la Sociedad Peruana de Derecho Médico se expresaron contra el documento y exigieron su derogación.
Días antes de la vacancia del expresidente, Martín Vizcarra, la entonces ministra de Justicia, Ana Neyra, dijo el 22 de octubre de 2020 que iba a impulsar un proyecto para despenalizar aborto por violación sexual en menores de 14 años, sin embargo, no se concretó debido a la crítica coyuntura política.
En declaraciones a ACI Prensa a fines de ese año, Giuliana Caccia, directora de la Asociación Origen, aseguró que “en el Perú existe un plan activo que busca ampliar el aborto terapéutico para que incluya en este casos de violación, malformaciones genéticas en el feto y salud mental de la madre”.
“De hecho, algunas instituciones abiertamente abortistas vienen trabajando en esto desde el 2018”, acotó.
También recordó que “en los últimos años diversas organizaciones y entidades públicas, como la Defensoría del Pueblo han presionado al Ministerio de Salud por la modificación del protocolo del aborto terapéutico con el fin de incluir el embarazo adolescente”.
La líder provida pidió “estar alertas”, pues, asegura, “no falta mucho para que veamos una campaña activa para justificar el aborto libre, incluyendo a menores de edad”.
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