El sacerdote de la Conferencia Episcopal de Mali, P. Alexis Dembélé, confirmó que el párroco de la localidad rural de Ségué, P. Léon Douyon, fue secuestrado con otras cuatro personas el lunes 21 de junio.
En declaraciones a la prensa local, el P. Dembélé indicó que “el grupo desapareció el lunes mientras viajaba desde Ségué, en el centro del país, al funeral del P. Oscar Thera en el pueblo de San”.
“Tenemos confirmación de que fue un secuestro por hombres armados. Es una gran preocupación para la comunidad católica de Mali”, señaló.
El sacerdote indicó que las cinco personas que fueron secuestradas 30 kilómetros al norte de Ségué, en las en las cercanías de Ouo, fueron el P. Douyon; el jefe del pueblo de Ségué, Thimothé Somboro; el subalcalde, Pascal Somboro; y otros dos miembros de la comunidad, Emmanuel Somboro y Boutié Tolofoudié.
El gobernador de la región de Mopti en Mali central, Abass Dembélé, confirmó el secuestro, pero no ofreció más detalles.
Mali ha experimentado un aumento de la violencia que involucra tanto a civiles como a militares. Desde 2012 los secuestros se han vuelto frecuentes en la nación de África occidental, con insurgentes que buscan obtener rescates o ejercer presión política.
Los grupos yihadistas vinculados a al-Qaeda y al Estado Islámico, y la violencia entre comunidades, han dejado miles de muertos y desplazados en Mali, violencia que se ha extendido a los vecinos Burkina Faso y Níger.
La situación se complica aún más por la inestabilidad política en la nación de África occidental.
Mali está actualmente bajo el liderazgo del coronel Assimi Goita, quien encabezó dos golpes de Estado en un lapso de nueve meses, primero derrocando al presidente electo en agosto pasado y recientemente a los líderes interinos que iban a encabezar el gobierno de transición del país.
Tras el golpe del 24 de mayo, el Tribunal Constitucional nombró al coronel Goita presidente de transición hasta que el país celebre elecciones, medida que ha sido blanco de críticas.
En un comunicado, la Conferencia Episcopal de Malí señaló que siguen “con gran preocupación y tristeza” los hechos ocurridos en el país tras el establecimiento del nuevo gobierno.
“Los obispos de Malí, conscientes de la necesidad de un ejecutivo fuerte y un ejército reconciliado y reforzado, condenan enérgicamente la toma del poder fuera del proceso legal”, agregaron.
Los obispos condenaron “firmemente la crisis actual resultante de cálculos personales alejados de las preocupaciones de la gente y de los intereses de Malí” y resaltaron la necesidad de “un diálogo constructivo para poner fin a la crisis actual y sugerir una tregua social”.
Traducido y adaptado por Harumi Suzuki. Publicado originalmente en ACI África.
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