El delegado para las Causas de los Santos y Obispo Castrense, Mons. Santiago Olivera, presidió una Misa para conmemorar el fallecimiento del Siervo de Dios Enrique Shaw, cuya vida es un modelo de "vigencia extraordinaria".
Familiares y amigos se reunieron el 27 de agosto en la iglesia Santa Catalina de Siena para participar en la Misa presidida por Mons. Olivera.
El delegado para las Causas de los Santos destacó que la figura del empresario católico "no solo es un modelo para todos, sino de una vigencia extraordinaria, ya que su vida fue una vida entregada en el mundo de la empresa sin egoísmos y con sincera búsqueda de ser un empresario cristiano”.
Mons. Olivera recordó que "Enrique murió muy joven (a la edad de 44 años), pero pudo en estos pocos años dejarnos grandes enseñanzas".
El cáncer que padeció lo asumió "con resignación cristiana, porque la fe ilumina que la misma es certeza de cielo”.
Además, "invitaba en sus reflexiones a creer de verdad que somos la luz del mundo y sabía que esa luz se podía manifestar siendo santos. Sabía y así lo compartía que la mejor manera de difundir el Evangelio era viviéndolo. Y lo intentaba vivir en su familia, en su trabajo, en la empresa. Lo deseó desde chico, lo profundizó en sus años vividos”, aseguró Mons. Olivera en su homilía.
“Enrique ha sido fiel y honesto, por eso pudo iluminar y puede iluminarnos a los hombres y mujeres de hoy. La conversión del corazón y las victorias interiores terminan siempre por mejorar la conducta del hombre”, afirmó.
“Podríamos decir por lo que conocemos de la vida de Enrique y sin equivocarnos, que el Siervo de Dios que hoy nos reúne en torno a esta Eucaristía pudo experimentar con el Apóstol los sentimientos de entrega y amor por su gente”, sostuvo Mons. Olivera.
“Enrique Shaw, amó a los suyos al estilo cristiano, al estilo paulino, sin reservas. Su amor a Dios se hacía visible en su amor concreto a su prójimo, a su familia, a sus amigos, a todo hombre o mujer, dirigentes u obreros. Dando y dándose”, añadió.
“Seguimos rezando por su glorificación, pero sobre todo renovemos nuestro deseo de imitarlo, y unamos nuestros corazones al suyo, porque el suyo está unido a los mismos sentimientos de Jesús”, que en palabras del Siervo de Dios expresó “Jesús no quiere comerciantes: puede ser que me pida todo, puede ser que no me pida nada, lo que sí me pide es que esté dispuesto a todo”.
El delegado episcopal alentó a vivir la Eucaristía de aniversario para renovar “la oración sincera y perseverante para pedirle al Señor la gracia de la pronta beatificación y canonización de Enrique para gloria de Dios. Y lo pedimos porque estamos convencidos que los santos son faros que iluminan nuestros pasos, son reflejo de la luz del Señor”.
Los antecedentes sobre el milagro atribuido al empresario argentino Enrique Shaw se encuentran en la fase de estudio en la Congregación para la Causa de los Santos desde el 2 de mayo.
Biografía de Enrique Shaw
Enrique Ernesto Shaw fue hijo de padres argentinos. Nació el 26 de febrero de 1921 en París (Francia). Dos años después su familia regresó a Argentina. A los cuatro años perdió a su madre, y su padre cumpliendo con el pedido de su esposa, confió la formación de Enrique a un sacerdote sacramentino.
Fue destacado alumno del Colegio De La Salle. Posteriormente, ingresó a la Escuela Naval Militar donde ejerció una comprometida labor apostólica en los rigurosos mares del Sur.
En 1943 se casó con Cecilia Bunge, con quien tuvo 9 hijos. En 1945 pidió la baja en la Armada Argentina, con el propósito de convertirse en obrero y hacer apostolado entre la clase trabajadora.
Sin embargo, el consejo de un sacerdote lo animó a llevar el Evangelio al empresariado. De esta manera, Enrique Shaw fue el impulsor y primer presidente de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE).
Integró el primer Consejo de Administración de la Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires (UCA); trabajó en la conformación del Movimiento Familiar Cristiano (MFC) y promovió la sanción de la Ley de Asignaciones Familiares.
Falleció el 27 de agosto de 1962, a los 41 años, como resultado del cáncer que lo aquejaba.
Conozca más sobre el Siervo de Dios Enrique Shaw AQUÍ.
Publicar un comentario