El Vicario General del Papa para la Ciudad del Vaticano, Cardenal Angelo Comastri, denunció que actualmente existe “un proyecto diabólico” para combatir a la familia.
En la Misa celebrada el 27 de julio en la parroquia de Santa Ana en el Vaticano con ocasión de la Fiesta de San Joaquín y Santa Ana, el Cardenal Comastri afirmó que hay “un proyecto diabólico para combatir a la familia y, definitivamente, para combatir el deseo de Dios”.
Afirmó que este mal actual “presume de entender más a Dios, porque combatir a la familia significa eso, estar al servicio del demonio”.
“Me parece decisivo subrayar que la familia no la hemos inventado nosotros. Dios ha inventado a la familia. La familia es un proyecto de Dios. El Señor ha creado al hombre y a la mujer para ser la cuna de la vida y luego convertirse en el lugar donde los niños puedan crecer y aprender el alfabeto de la vida. Debemos ser ciegos para no verlo”, señaló el Purpurado.
Recordó que el proyecto diabólico contra la familia también fue denunciado por el poeta italiano Eugenio Montale en 1970 durante la conmemoración en Milán por el 25° aniversario del lanzamiento de la bomba atómica en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.
Montale –recordó el Cardenal Comastri– dijo que “es justo recordar aquel dramático momento con la esperanza de que nunca más se repita. Pero me siento en la consciencia y en el deber de avisar que se está detonando la bomba atómica de la familia y que tal vez haya más víctimas y heridos que en la explosión en Hiroshima y Nagasaki. Y la bomba se está colocando en los medios de comunicación, presentando falsos modelos de vida”.
El Purpurado advirtió que actualmente estos “falsos modelos están desorientando a los jóvenes” e invitó a reflexionar en las palabras de la Virgen María cuando respondió al ángel tras recibir el anuncio de que sería la Madre de Jesús.
“María, a través del ángel, recibe el llamado a una misión que habría hecho temblar a cualquiera y la respuesta de Nuestra Señora es maravillosa, de total disponibilidad”, manifestó.
Esta respuesta de la Virgen “tiene sus raíces en el clima espiritual de la familia, en la educación y en el ejemplo de sus padres. En las familias piadosas de Israel, los salmos se rezaban y meditaban todos los días”, afirmó.
Agregó que en el Magnificat pronunciado por María cuando se encuentra con su prima Isabel nace de la meditación familiar del amor de Dios.
“El Magnificat es una lectura de la historia en la cual domina la certeza de que los humildes serán los victoriosos. La vida es una guerra, una lucha ¿Quién vencerá? Vencerán los humildes, los buenos, los puros, los misericordiosos. María lo dice en el Magnificat porque tiene la certeza de que Dios tiene la última palabra”, señaló.
Asimismo, el Vicario General del Papa para la Ciudad del Vaticano comentó que la Madre Teresa dijo que “en un tiempo en la familia se aprendía sobre la generosidad, el altruismo. Hoy se afianza el egoísmo de los hijos y se recogen frutos amargos”.
El Cardenal Comastri concluyó su homilía preguntando: “¿Qué respiran los niños en casa? ¿Qué señales se les dan a los niños?”
“La vida es un viaje, necesitas señalización al caminar. Comprometámonos todos a traer a la familia un clima de fe convencida para que los niños, al mirar a sus padres, puedan entender cuál es la señalización correcta”, expresó.
Traducido y adaptado por María Ximena Rondón. Publicado originalmente en ACI Stampa.
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