La Corte Suprema del Reino Unido ha dictaminado que ahora será posible retirar alimentos y líquidos de pacientes con daño cerebral sin recurrir a ningún tribunal, únicamente cuando haya mutuo acuerdo entre familiares y médicos.
“Estas son noticias preocupantes y decepcionantes, porque eliminan una salvaguardia importante de quienes no tienen voz”, dijo el Dr. Peter Saunders, director de campaña de Care Not Killing, en respuesta a la decisión tomada por la Corte el 30 de julio.
“Hará más probable –añadió– que los pacientes severamente dañados cerebralmente morirán de hambre o deshidratados bajo un supuesto ‘mejor interés’ y que estas decisiones estarán más influenciadas por aquellos que tienen intereses ideológicos o financieros”.
BBC News informó que la decisión judicial significa que cuando la familia y los médicos del paciente acepten, el personal médico podrá retirar los tubos de alimentación sin recurrir a la Corte de Protección, que se ha pronunciado sobre estos casos durante 25 años.
La decisión de la Corte podía tardar meses o años y suponía un coste de más de 65 mil dólares.
El fallo podría afectar hasta a 24.000 pacientes del Reino Unido que se encuentran estados vegetativos permanentes o estados mínimamente conscientes. Si bien estos pacientes pueden respirar sin ayuda, necesitan nutrición e hidratación asistida por una sonda para seguir viviendo.
“La Corte Suprema ha establecido un precedente peligroso. Tomar estas decisiones fuera de la Corte de Protección elimina una capa importante de control legislativo, responsabilidad y efectivamente debilita la ley”, dijo Saunders.
En ese contexto, afirmó que “hay una clara diferencia entre apagar un ventilador en un paciente con muerte cerebral y eliminar la nutrición e hidratación de un paciente con daño cerebral”, porque las condiciones de estos últimos “en sí mismas, no conducen inevitablemente a la muerte”.
Según Saunders, la Corte de Protección solía garantizar un “control independiente” ante cualquier solicitud para eliminar la atención médica de pacientes. Con las antiguas reglas la Corte evitó que la nutrición e hidratación asistidas no fueran eliminadas en más de 100 casos.
“Hizo esto porque reconoció la presión emocional y financiera a la que pueden caer las familias y los médicos”, dijo.
El grupo de Saunders, Care Not Killing, advirtió que los cambios en los protocolos legales deberían tener en cuenta los avances en el tratamiento de las lesiones cerebrales graves, en áreas como las técnicas de enfriamiento cerebral, la monitorización de la presión intracraneal y la neurocirugía.
Care Not Killing es una coalición con sede en el Reino Unido que reúne unas 50 organizaciones de derechos humanos y derechos de las personas con discapacidad, grupos de cuidado de la salud y cuidados paliativos.
La coalición aboga por mejores cuidados paliativos y en contra de cualquier debilitamiento o derogación de las leyes existentes contra la eutanasia y el suicidio asistido.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.
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