El Papa Francisco aseguró que la puerta está cerrada para el sacerdocio de mujeres en la Iglesia Católica porque “dogmáticamente no va”.
En una entrevista concedida a la agencia de noticias Reuters, el Santo Padre resaltó que si bien las mujeres deben tener más funciones en la Iglesia, es necesario tener en cuenta que “con el orden sagrado no se puede porque dogmáticamente no va y Juan Pablo II fue claro y cerró la puerta, y yo no vuelvo sobre esto. Era algo serio, no un capricho”.
Respondiendo a la pregunta de Reuters sobre lo que le diría a una mujer que “realmente siente el fuerte deseo de convertirse en sacerdote”, el Pontífice señaló que “existe la tentación de ‘funcionalizar’ la reflexión sobre las mujeres en la Iglesia, que deben hacer esto, que tienen que ser esto otro. No, la dimensión de la mujer va más allá de las funciones. Es algo más grande”.
Tras señalar que “no hay Iglesia sin mujeres”, Francisco destacó que “la Iglesia es mujer, esposa de Cristo, es mujer dogmáticamente y sobre esto se debe profundizar y trabajar y no estar tranquilos porque funcionalizamos a las mujeres. Sí, se debe dar funciones, pero esto es poco, se debe ir más allá”, aunque no con el sacerdocio que está reservado a los hombres.
En ese sentido dijo que “no debemos reducir la presencia de la mujer en la Iglesia a la funcionalidad. No. Es una cosa que el hombre no puede hacer. El hombre no puede ser la esposa de Cristo. Es la mujer, la Iglesia, la esposa de Cristo”.
“En el cenáculo parece ser más importante María que los apóstoles. Sobre esto se debe trabajar y no caer –lo digo con respeto– en una actitud feminista. Al fin sería un machismo con falda. No debemos caer en esto”.
El Obispo de Roma indicó asimismo que “en la Iglesia hay funciones diversas, también la mujer puede ser jefe de un Dicasterio. Esto tiene una función, pero debe tener más que la función. Es otra dimensión de unidad, de acogida, de esposa. La Iglesia es esposa”.
Poniendo como ejemplo el impulso que ha dado a las mujeres en el servicio a la Iglesia, el Papa explicó que “para poner a una mujer como subdirectora de la Oficina de Prensa (del Vaticano) he debido luchar”.
Además, continuó, “entre los candidatos con los que estoy hablando para cubrir el puesto de Prefecto en la Secretaría de Comunicación también había una mujer, pero no estaba dispuesta porque tenía otras tareas”.
“Ahora las dos subsecretarias que he nombrado en el Dicasterio de Laicos, Familia y Vida son mujeres. En este sentido es necesario avanzar según la calidad. No tengo ningún problema en nombrar como jefe de un dicasterio a una mujer, si es que el dicasterio no tiene jurisdicción” como “el de economía, que podría ser dirigido por una mujer competente”.
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