José Molinas, el ministro de Secretaría Técnica de Planificación, junto a otros funcionarios, fue quien detalló las necesidades y cómo sería la cooperación entre el ministerio y los tres organismos de la Conferencia Episcopal Paraguaya: la Pastoral de Juventud, la Pastoral Educativa y la Pastoral Social.
Molinas dijo que el gobierno desea aprovechar los conocimientos que la Iglesia tiene sobre las necesidades de las personas en extrema pobreza, la confianza de los pobladores y su imparcialidad y vocación para acercarse a los sectores vulnerables.
En total se han identificado 22.649 familias en situación de pobreza extrema.
Entre las propuestas para el trabajo en conjunto, el ministro pidió que identificar a las personas a quienes se considera pobres en las fichas sociales y a las familias beneficiarias para incluirlas en programas agropecuarios y no agropecuarios.
También que se desarrollen programas de acompañamiento familiar, que se identifiquen las necesidades en salud, educación, vivienda, agua potable, saneamiento y cedulación; y que se realice un trabajo comunitario.
Ambas partes han previsto una reunión para el 8 de agosto con el fin de iniciar el proceso operativo y concretar las propuestas.
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