El Obispo de Cúcuta (Colombia), Mons. José Libardo Garcés Monsalve, hizo un llamado a los colombianos a volver al Señor, porque la violencia que ocurre a nivel local y mundial tiene su raíz en que el hombre ha quitado a Dios de la vida personal, familiar y social.
“Los acontecimientos de violencia y destrucción que vivimos en la actualidad a nivel mundial, nacional y regional, nos tienen que llevar a un momento de reflexión sobre la raíz de tantos males que van destruyendo a la humanidad, concluyendo que todo se debe a que hemos sacado a Dios de la historia personal, familiar y social”, señaló el Prelado.
En un artículo publicado en el sitio web de la Conferencia Episcopal Colombiana (CEC), Mons. Garcés dijo que como consecuencia el hombre trata “de construir la vida con criterios meramente humanos, que responden a hacer la propia voluntad y no la voluntad de Dios”.
“Se ha perdido el sentido de Dios y con ello desaparece el sentido del mal y el pecado, de sí mismo, del otro y también de la creación como casa común”.
“Ante este panorama que está trayendo muchas dificultades a la humanidad, se hace necesario volver a Dios, recibir a Nuestro Señor Jesucristo en nuestra vida, porque Él quiere quedarse para habitar en cada corazón y en cada familia y darnos su perdón y misericordia”, indicó.
El Obispo de Cúcuta llamó a pedirle a Dios su misericordia y reconocer su presencia en la Eucaristía, “donde nos alimenta con su cuerpo y con su sangre, para darnos vida en abundancia y la salvación eterna”.
Mons. Garcés dijo que “no hay nada más agobiante que el pecado en la propia vida, que causa desastres y destruye la propia existencia y deteriora la relación con Dios y con los demás, y por eso hay que descansar en las manos de Dios, recibiendo la gracia del perdón por nuestros pecados y el alivio que brota del Corazón amoroso de Jesús, que es rico en misericordia”.
En ese sentido, señaló que “todos estamos llamados a reconocernos pecadores y a pedir perdón a Dios” para comenzar “una historia renovada en Jesucristo”.
“Se necesita de la humildad y la mansedumbre del corazón traspasado de Jesucristo, para volver a tomar el rumbo de la humanidad, de Colombia y de nuestra región, marcada por tanta dificultad y confusión por la que pasamos a causa de la pérdida del sentido de Dios”, afirmó.
“Cuánto bien nos hace dejar que Jesús vuelva a habitar en nuestro corazón y nos lance a amarnos los unos a los otros con su mismo corazón”.
“Por esto tenemos que orar y pedirle al Señor que venga en nuestro auxilio, por eso le decimos con fe y esperanza, ¡Ten misericordia de nosotros y del mundo entero!, para que sigamos adelante siendo instrumentos de esa misericordia para con los hermanos”, añadió.
El Obispo de Cúcuta explicó que “la gracia que nos da la misericordia de Dios con el perdón que gratuitamente nos ofrece Jesucristo, la recibimos como Palabra de Dios que nos libera de la esclavitud del pecado que nos divide y llena el corazón de odio y resentimiento, para darnos capacidad de amar y transmitir a los demás la misericordia con el amor del Corazón de Jesús”.
“Todo viene de Dios, que nos ha reconciliado consigo por el Corazón de Cristo”, aseguró.
Mons. Garcés afirmó que Dios Padre “es quien, en el Corazón de Cristo nos perdona”, y por ello “la Iglesia nos suplica” que nos dejemos reconciliar con el Señor, “repitiendo siempre: ¡Ten misericordia de nosotros y del mundo entero!, alimentándonos con la Eucaristía y fortaleciéndonos con la oración”.
“Que la Santísima Virgen María y el Glorioso Patriarca San José, alcancen del Señor la misericordia y la paz para el mundo entero”, expresó.
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