El Papa Francisco expresó su preocupación por los recientes episodios de violencia en Ecuador, manifestó su cercanía espiritual y pidió “abandonar la violencia y las posiciones extremas”.
Al concluir el rezo del Ángelus este 26 de junio, el Santo Padre dijo a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro del Vaticano que sigue “con preocupación lo que ocurre en Ecuador”.
En esta línea, el Papa expresó su cercanía a la población de Ecuador “y animó a todas las partes a abandonar la violencia y las posiciones extremas”.
“Aprendamos: solo a través del diálogo será posible encontrar, espero que pronto, la paz social, con especial atención a las poblaciones marginadas y a los más pobres, pero siempre respetando los derechos de todos y las instituciones del país”, indicó el Papa Francisco.
Antecedentes
El 13 de junio inició en Ecuador un paro nacional convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), para exigirle al Gobierno, entre otras cosas, la reducción de los precios de los combustibles, garantizar “precios justos” en los productos de primera necesidad y dar subsidios a los pequeños agricultores.
Sin embargo, desde hace más de 10 días las marchas se tornaron violentas y los manifestantes se han enfrentado con la policía y cerraron varias carreteras. Los enfrentamientos han provocado hasta ahora decenas de muertos, numerosos heridos y más de 100 personas detenidas.
Por ello, la Iglesia Católica, la Confraternidad Evangélica y la Iglesia Luterana del país, aseguraron que nada justifica que una “legítima manifestación de descontento” se manche por la presencia de grupos armados que buscan sembrar caos, terror y desestabilizar la democracia.
“Es injustificable que la lucha social se manche con la presencia de grupos armados criminales que buscan sembrar el caos, el terror y la desestabilización por las calles de nuestro Ecuador”, indicaron las Iglesias en un comunicado conjunto difundido el 24 de junio.
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