El Papa Francisco despegó del aeropuerto de Rabat en la tarde de este domingo 31 de marzo, después de un viaje apostólico de dos días a Marruecos, para dirigirse de regreso a Roma.
En un mensaje pronunciado al finalizar la Misa en el complejo deportivo Príncipe Moulay Abdellah, se presentó ante el pueblo marroquí como “servidor de la Esperanza”.
El Papa Francisco agradeció al Rey de Marruecos, Mohammed VI, y a las demás autoridades, su invitación y acogida.
También agradeció a los Arzobispos de Rabat y Tánger, y a los sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles laicos de la Iglesia en Marruecos, por su servicio a la vida y misión de la Iglesia en el país. “Gracias a ustedes, queridos hermanos y hermanas, por todo lo que han hecho para preparar este viaje y por todo lo que hemos podido compartir desde la fe, la esperanza y la caridad”, afirmó.
“Con estos sentimientos de gratitud, deseo nuevamente animarlos a perseverar en el camino del diálogo con nuestros hermanos y hermanas musulmanas y a colaborar también a que se haga visible esa fraternidad universal que tiene su fuente en Dios. Que sean aquí los servidores de la esperanza, que el mundo tanto necesita”, concluyó.
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