El Papa Francisco llegó a Rabat, la capital de Marruecos, en donde permanecerá por dos días para reunirse con el pueblo marroquí, las autoridades, los fieles de la Iglesia Católica en el país, los migrantes, con el consejo ecuménico de las iglesias y con imanes y predicadores musulmanes.
El avión que transportó al Santo Padre aterrizó en el aeropuerto internacional de Rabat – Salé a las 1:50 p.m. (hora local) en donde se llevó a cabo el recibimiento oficial.
El Papa fue recibido por el Rey Mohamed VI y por dos niños vestidos con trajes tradicionales quienes dieron al Pontífice un ramo de flores mientras que caía una ligera lluvia.
Después del piquete de honor, el Pontífice acompañado del Rey, saludó al Arzobispo de Rabat, Mons. Cristóbal López Romero SDB.
Luego el Papa fue al Salón Real del aeropuerto en donde le ofrecieron dátiles y leche de almendras en signo de hospitalidad y de acogida.
Posteriormente, el Pontífice se dirige en papa móvil a la explanada de la Mezquita Hassan en donde se lleva a cabo la ceremonia de bienvenida.
Saludo a migrantes marroquíes
Antes de salir de Roma, el Papa Francisco recibió en la Casa Santa Marta a un grupo de migrantes marroquíes hospedados en Italia por la Comunidad de San Egidio. Las dos familias fueron acompañadas por el Limosnero Pontificio, Cardenal Konrad Krajewski.
El avión que transportó al Papa despegó del aeropuerto Roma – Fiumicino poco antes de las 11:00 a.m. (hora de Roma), y como es habitual, era un vuelo de la compañía Alitalia.
Durante el vuelo, que duró tres horas, el Santo Padre envió los tradicionales telegramas de cortesía a los jefes de Estado de los países que el avión sobrevoló. En esta ocasión fueron dirigidos al Presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, al Presidente de la República francesa, Emmanuel Macron y al Rey de España, Felipe VI.
Peregrino de paz y fraternidad
En un video mensaje difundido el pasado 28 de marzo, el Papa Francisco afirmó que realiza esta visita apostólica siguiendo los pasos de su predecesor San Juan Pablo II y aseguró que viaja “como peregrino de la paz y de la fraternidad, en un mundo que tiene tanta necesidad de ellas”.
Además, el Pontífice afirmó que “como cristianos y musulmanes creemos en Dios Creador y Misericordioso, que creó a los hombres y los ha puesto en el mundo para que vivan como hermanos, respetándose en su diversidad y ayudándose en sus necesidades; Él les confió la tierra, nuestra casa común, para protegerla con responsabilidad y conservarla para las generaciones futuras”, señaló el Papa.
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