Al presidir la Misa en la Basílica de Guadalupe en Ciudad de México este 7 de julio, el Arzobispo de Los Ángeles, Mons. José Gomez, aseguró que “estamos aquí para reafirmar nuestra fe” y destacó que “este es el corazón del continente americano”.
Mons. Gomez presidió por segundo año la peregrinación al santuario mariano, junto a más de 140 fieles de la Arquidiócesis de Los Ángeles que llevaron abundantes cartas de peticiones para Nuestra Señora de Guadalupe.
Los Ángeles, en el estado de California, es la segunda metrópoli más grande de Estados Unidos. Casi la mitad de sus habitantes son hispanos, y de ellos el 31% son mexicanos.
En su homilía, el Arzobispo de Los Ángeles destacó que ”estamos muy contentos de estar aquí esta mañana para la celebración de la Santa Misa en nuestra peregrinación”.
Mons. José Gómez, Arzobispo de Los Ángeles, llegó a la #BasílicadeGuadalupe, como parte de su peregrinación a #México. 📸María Langarica / ACI Prensa @ArchbishopGomez @INBGuadalupe pic.twitter.com/lfc2mY2AOH
— ACI Prensa (@aciprensa) 7 de julio de 2018
El prelado destacó que pocos días atrás, en una Misa por los inmigrantes celebrada en Los Ángeles, conocieron “la historia muy bonita de un joven, de un niño, que se separó de su mamá cuando tenía dos años, de El Salvador. Y su mamá se fue a vivir a Los Ángeles, por situaciones familiares muy difíciles”.
Cuando cumplió 7 años, el pequeño decidió partir de su país para ir en busca de su madre.
“Trató de ir con un grupo que salía de El Salvador hacia Estados Unidos”, recordó Mons. Gomez, pero “saliendo de la ciudad, el que los iba a llevar los abandonó”.
“Intentó otra vez a los pocos años. Llegó hasta la frontera de México con Estados Unidos. Ahí lo deportaron y tuvo que regresar a El Salvador”.
En un tercer intento, señaló el Arzobispo de Los Ángeles, el joven finalmente “llegó, lo recibieron, y ahora está con su mamá en Los Ángeles”.
Ese deseo de buscar a su madre es el mismo que acompañaba a los peregrinos que llegaron a la Basílica de Guadalupe desde Los Ángeles, aseguró.
“A nosotros no nos ha costado tanto trabajo, pero sí tenemos el mismo cariño y el mismo deseo de estar con nuestra Madre Santísima”.
Mons. Gomez subrayó que “estamos aquí para reafirmar nuestra fe. Es un momento en el que todos de verdad queremos decirle al Señor que creemos”.
“Es un momento en el que también venimos a pedir por todas nuestras necesidades personales, por nuestras familias y por nuestro país, y también por la Iglesia. Para que todos en la Iglesia estemos llenos de fe y vivamos nuestra fe”.
El prelado destacó que “normalmente, cuando necesitamos algo lo que primero que hacemos es pedírselo a nuestras mamás”.
Mons. Gomez alentó a los asistentes a la Misa a pedir “especialmente por los inmigrantes, para que siempre sientan que Dios está con ellos y que somos nosotros quienes los recibimos con los brazos abiertos”.
Al reflexionar sobre el Evangelio del día, en que Santa María, ya con Jesús en el vientre, viaja a visitar a su prima Santa Isabel, el Arzobispo de Los Ángeles indicó que “nos recuerda que Jesús esta siempre presente en nuestras vidas y que nuestra misión es compartir a Jesús con los demás”.
Similar mensaje nos deja la aparición de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego, señaló.
“¿Qué le pedía la Santísima Virgen a San Juan Diego? Que construyera un templo donde todos pudieran encontrar a Jesús. Es lo mismo que hoy se nos pide a cada uno de nosotros. La Virgen nos pide que nuestras vidas sean ese templo en donde los demás puedan encontrar a Jesús. Es un reto muy bonito”.
Al concluir la celebración de la Misa, Mons. Gomez recordó que la Virgen de Guadalupe “es el corazón de todo el continente americano” y alentó a los asistentes a, “siguiendo el ejemplo del papa Francisco” en su visita a México en 2016, “demos un poco de tiempo hoy para rezar todo lo que podamos”.
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