El drama de las comunidades afectadas por la minería debatirán en el Vaticano

El Pontificio Consejo Justicia y Paz organiza un encuentro del 17 al 19 de julio en Roma bajo el lema 'Una jornada  de reflexión -- Unidos a Dios escuchamos un grito'

Ciudad del Vaticano, 17 de julio de 2015 (ZENIT.org) Rocío Lancho García | 0 hits

Las comunidades golpeadas por las actividades mineras, a través de 30 representantes procedentes de África, Asia y América, podrán presentar sus problemas y preocupaciones durante el Encuentro organizado por el Pontificio Consejo Justicia y Paz del 17 al 19 de julio. El encuentro, que lleva por nombre “Una jornada  de reflexión -- Unidos a Dios escuchamos un grito”, ha sido presentado este viernes por el cardenal Peter Turkson, presidente de dicho dicasterio, y por algunos de los participantes que han presentado su testimonio.

El cardenal señaló que el objetivo de este encuentro es “analizar la situación de estas comunidades”.

Purpurado consideró que el debate puede llevar a un nivel más alto las tratativas entre representantes mineros, gobiernos, empresas o señores locales de los países donde se encuentran los yacimientos, ya que reconoció los casos son muy variados y las situaciones diversas.

Con este encuentro de tres días, explica Turkson, el dicasterio “reúne representantes de comunidades golpeadas en distintas formas por diversas actividades mineras. Traen también, en un cierto sentido, el grito de aquellos que no han podido venir, de las zonas y situaciones que no están representadas, que a menudo no son vistas por los expertos y por comentaristas”.

 Asimismo, recordó que la Iglesia, en más de una ocasión y desde hace años, “sigue de cerca las actividades mineras”. De este modo, mencionó los documentos de Conferencias episcopales que denuncian las violaciones de los derechos humanos, las ilegalidades, la violencia y la explotación de yacimientos de forma contaminante o provocando problemas para la seguridad alimentaria local.

Conmovedores fueron los testimonios presentados, que transmitieron las dificultades y presiones a las que se sienten sometidos. Uno de los participantes, Juan Guillermo Peñaloza Sierra, procedente de la diócesis de Copiapó en Chile, afirmó que por su experiencia con las Empresas Mineras pueden afirmar “que estas empresas despliegan estrategias que buscan dividir a las comunidades indígenas y a los movimientos sociales y cooptar a algunos líderes”. Si bien reconoció que muchos habitantes locales desean trabajar en esas empresas obteniendo un estatus superior al resto. Recordó también que en muchos casos “las agresiones han terminado con el asesinato de los líderes populares como sucedió en varias regiones de América Latina”.

Dando testimonio de la situación en el Amazonas habló el misionero comboniano Danilo Bossi, que recordó: "Solamente en nuestra región de Carajás en el norte de Brasil, hemos tenido en los últimos tres años 26 conflictos abiertos entre la empresa minera Vale y las comunidades locales".

Por su parte la brasileña Patricia Thomas, recordó que su comunidad  ha visto transformada la vida que llevaba debido a que las aguas están poluidas afectando toda la actividad local, como la elaboración de quesos y alimentos.