La primera piedra fue puesta en febrero. En agosto posible exhumación de los cuerpos y en diciembre la canonización
Roma, 03 de abril de 2015 (Zenit.org) H. Sergio Mora | 104 hits
Una plaza en honor de los jóvenes misioneros polacos Michal Tomaszek y Zbigniew Strzalkowski asesinados el 8 de agosto de 1991 en Perú, por la guerrilla marxista del Sendero Luminoso, está siendo construida en el lugar en el que fueron asesinados.
Lo indicó esta semana a ZENIT el sacerdote Angelo Paleri, de la orden de los Franciscanos menores conventuales, postulador de ambos mártires pertenecientes a su orden y del sacerdote italiano SandroDordi, asesinado también por Sendero Luminoso el 25 de agosto del mismo año.
“El 15 de febrero pasado el obispo emérito Bambarén bendijo en el pueblo de Pariacoto la piedra fundamental de «La plaza de los mártires». La misma tendrá un estacionamiento para que los peregrinos puedan visitar el lugar donde fueron asesinados estos frailes polacos” dijo el postulador. Recordó que el nuevo alcalde de Pariacoto “nos invitó a bendecir esta plaza, porque el municipio quiere dar esta contribución a las peregrinaciones que habrá”.
Precisó que “mientras estos tres mártires fueron asesinados por la guerrilla maoísta leninista, en Guatemala los paramilitares asesinaron al obispo Arnulfo Romero”. Porque “en América Latina como en tantas partes del mundo, la Iglesia y los misioneros son perseguidos sea por la derecha que por la izquierda, porque cuando se predica el Evangelio es incómodo a quien sigue otras ideologías. Esta es la demostración”. Y recordó también que “en Perú durante la época del conflicto según la Comisión para la Justicia y la Verdad, murieron unas 70 mil personas, y de las dos partes”.
El postulador indicó además que la fecha marcada para la beatificación es el 5 de diciembre de este año, aunque aún falta la confirmación por parte de la Secretaría de Estado.
Fray Angelo Paleri es postulador desde hace diez años, y acaba de realizar su tercer visita a Perú. “Viajé cuando iba a completar la positio, para ver los lugares y entender mejor” dijo. Y añadió que “los católicos y personas cercanas a la Iglesia han mostrado el deseo de ver en los altares a estos hermanos suyos que venidos desde lejos dieron la vida por ellos. Estos sacerdotes podrían haberse escapado, haberse alejado, todos tenían la posibilidad de hacerlo y después regresar. Vale para los dos frailes como para don Sandro, pero la gente se habría sentido traicionada”.
El actual obispo Piorno pidió a la Congregación de la Causa de los Santos “que se puedan poner estos cuerpos en una pequeña capilla en el fondo de la iglesia, cuando hagamos la exhumación, probablemente en agosto”.
El postulador contó también que los cuerpos de los misioneros asesinados fueron llevados a Casma, la ciudad más importante en la costa, para la autopsia. Después, cuando los cuerpos volvieron, en cada localidad la gente salía para seguirles y rezarles. En Pariacoto fue la misa fúnebre y ahora sus tumbas se encuentran en la mitad de la iglesia, uno de un lado el otro del otro.
El postulador indicó que “Abimael Guzmán le dijo al obispo Bambarén que él autorizó que los mataran, porque volvían difícil la revolución que querían hacer”.
(RLG)
(03 de abril de 2015) © Innovative Media Inc.
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