El Consejo de Presidencia de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE) expresó este viernes su preocupación por la violencia e inseguridad ciudadana que se vive en todos los rincones del país.
“El aumento de la inseguridad y de la violencia, el dolor y la preocupación vivida por las muertes sangrientas en las cárceles y en las calles de nuestras ciudades han enlutado al Ecuador entero”, señalaron los obispos este 22 de octubre en el mensaje de clausura de su asamblea ordinaria anual.
Según el Gobierno ecuatoriano, entre enero y octubre del 2021 se registraron casi 1.900 homicidios intencionales en el país. En 2020 fueron casi 1.400.
El medio DW precisa que la principal causa de la violencia es la creciente presencia de carteles de narcotraficantes mexicanos rivales y la lucha por el dominio de las rutas de tránsito del comercio internacional de drogas.
Al estar situado entre los principales productores de drogas, Colombia y Perú, Ecuador es un importante centro de contrabando hacia Estados Unidos y Europa, agrega.
El 28 y 29 de septiembre se desató una masacre en la Penitenciaría del Litoral en Guayaquil que dejó, según datos de la Defensoría del Pueblo, 118 personas fallecidas, 86 heridas, de ellas seis de gravedad y 80 leves.
Los obispos condenaron este episodio y llamaron a cesar la violencia.
El lunes de esta semana, el presidente ecuatoriano Guillermo Lasso declaró el estado de excepción a nivel nacional durante 60 días y ordenó que policías y militares se movilicen en las calles para enfrentar el crimen.
En su comunicado del 22 de octubre, la CEC también señaló que “no es aceptable que los diferentes actores sociales y políticos hipotequen el futuro del país buscando únicamente sus propios intereses”.
“Al hacerlo, están privándonos de mejores días, quebrantando la esperanza que resurgió en el corazón de nuestro pueblo, después de sufrir los desastrosos efectos de la pandemia, gracias a un plan de vacunación que contó con la ayuda de todos los sectores de la sociedad”, señalaron.
Los prelados invitaron “a todas las fuerzas políticas a creer que la solución a los problemas de nuestro pueblo está en el diálogo, en el rechazo de la violencia, en la defensa de la institucionalidad, en la centralidad de la persona en sus derechos y deberes”.
Asimismo, reiteraron el “llamado a pensar, hablar y actuar en democracia”.
“Oramos e invitamos a todos a orar para que la fraternidad, la democracia y la solidaridad, herencia recibida de nuestros mayores, sigan formando parte de nuestros valores comunes. Nos comprometemos como Iglesia Católica a sostener toda iniciativa, que reconstruyendo el tejido social, favorezca un Ecuador de paz, de justicia y de igualdad para todos”, concluyeron.
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