Brasil se conmovió con la muerte de un joven religioso de la Fraternidad Toca de Assis, el hermano Simplício José do Menino Jesús, víctima del coronavirus, y que daba comida y consejo espiritual a indigentes afectados por el COVID-19.
El religioso de 28 años falleció el viernes 29 de mayo. Servía en la casa fraterna. "Estamos aquí con nuestros hermanos para no dejar que sufran aún más de lo que ya sufren por el suplicio de las calles", dijo el hermano Simplício, en el video publicado en su cuenta de Instagram poco antes de su muerte.
El religioso estaba en cuidados intensivos desde principios de la semana pasada. En los últimos días de su vida, Simplício, conocido por su alegría y amor por los pobres, logró unir a muchas personas en oración, que se manifestaron a través de las redes sociales.
"Estoy seguro de que la providencia de Dios nos convocó y nos unió para ejercer la misión de clamar por él para que tenga vida en abundancia, de acuerdo con la voluntad de Dios", dijo el hermano Justino, responsable de la Toca de Assis en Fortaleza. .
Señaló que el mensaje que recibió del Arzobispo de Ceará, Mons. José Antonio, ayudó a la comunidad en el dolor del luto. "Tan joven y ya cosechado para el Cielo", expresó.
“Guardé mucho esa palabra, 'cosechado para el Cielo', y meditando en Pentecostés, que es la Fiesta de la cosecha de trigo, percibí los signos de Dios. El hermano Simplício José fue preparado como un trigo maduro que se convirtió en pan para alimentar. Él está en el Cielo, estamos seguros de la vida eterna y de la Pascua que hizo el hermano. Se entregó a sí mismo como trigo, Simplício como el trigo y se convirtió en Eucaristía para tanta gente pobre. Estamos agradecidos”, dijo el religioso.
En su red social el hermano Simplício también dejó grabado un audio con la frase de San Vicente que también revela el significado de su existencia. "Es un privilegio morir por la causa de los pobres, porque nos abrirán las puertas del Cielo".
Además hay un video en honor al hermano Simplício que cuenta la historia del religioso, que en la infancia sintió el llamado a su vocación.
“Con solo ocho años, recibí el llamado de ser todo de Dios. Ansiaba mucho recibir la Primera Comunión. Cuando recibí a Jesús en la Eucaristía lloré mucho, no entendía lo que estaba sucediendo, pero aunque era solo un niño, podía estar seguro de que era todo de Dios, simplemente no sabía a dónde iba a ir”, relató.
Por invitación de una religiosa que conoció en la escuela, fue a Toca de Assis. “El primer lugar al que me llevó fue a la Capilla de Santísimo. En aquel momento pude encontrarme conmigo mismo, miré a Jesús y entendí mi lugar dentro de la Iglesia, mi vocación. Poco después tuve contacto con los pobres y pude reconocer en ellos la presencia de Jesús crucificado”, dijo.
En la grabación, el hermano Simplício también deja un mensaje de fe.
“Agradezco a todos los sacerdotes que traen el Cuerpo de Dios ante nosotros, saben que la vida de cada hijo e hija de la pobreza es consumida por su sacerdocio. Agradezco a toda la familia Toca de Assis, a todos los formadores, colaboradores y benefactores que forman parte de esta obra, gracias por el fiel testimonio de amor a los pequeños”.
“Agradezco a los hijos predilectos del Corazón de Jesús y de mi corazón, cada acogido en nuestras casas fraternas. A todos los que tienen vocación y a aquellos que están considerando unirse a Toca de Assis, les digo: ¡Vale la pena ser de Dios, mis hermanos!
El hermano Simplício aprovechó todas las oportunidades para servir a los pobres y también utilizó los medios digitales para pedir donaciones y oraciones por los hermanos que viven en las calles.
El religioso recordaba que las personas atendidas por él valoraban el alimento para el alma que era la acogida que los miembros de Toca de Assis llevan a hombres y mujeres en las calles.
“Mucho más que el alimento físico, estamos allí con ellos, de corazón a corazón, para sentir también el dolor que sienten. Imploro la oración de cada uno por todos nosotros, pidamos a la Santísima Virgen María que pueda extirpar ese virus de nuestra humanidad, para que podamos disfrutar de las alegrías”, dijo en una de sus últimas publicaciones.
La Misa por el descanso eterno del hermano Simplício fue el domingo 30 de mayo, durante la Fiesta de Pentecostés, en Fortaleza.
Traducido y adaptado por Eduardo Berdejo. Publicado originalmente en ACI Digital.
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