El Papa Francisco agradeció a los miembros de la ‘Papal Foundation’ por el “generoso apoyo que ofrecen a él y a la Iglesia en tantas partes del mundo”.
Así lo expresó el Santo Padre este 10 de mayo al recibirlos en audiencia en la Sala Clementina del Palacio Apostólico Vaticano.
“Durante este tiempo santo de Pascua, nos unimos para celebrar la victoria del Señor sobre el pecado y la muerte, el don de una nueva vida y una nueva creación, y la efusión del Espíritu Santo. Que el gozo de la Resurrección llene siempre nuestros corazones”, señaló en su discurso el Santo Padre.
Además, el Pontífice animó a los miembros de la Papal Fountation presentes en Roma para que esta visita en la que rezan en las tumbas de los Apóstoles y Mártires los “fortalezca en su fidelidad al Señor y a la Iglesia”.
Por otro lado, el Papa destacó que desde su nacimiento esta fundación ha “contribuido mucho a la promoción de un espíritu de fraternidad y de paz” y recordó que “a través de su apoyo a varios proyectos educativos, caritativos y apostólicos, como también con becas de estudio disponibles para los fieles laicos, personas consagradas y sacerdotes, ustedes testimonian los esfuerzos incansables de la Iglesia para promover el desarrollo integral de la familia humana”.
En esta línea, el Santo Padre advirtió que “en un mundo que está tristemente marcado por la violencia y por los conflictos, por la pobreza material y espiritual, y demasiado a menudo por la indiferencia de muchos, su obra ayuda a llevar el mensaje evangélico de esperanza y misericordia a quienes se benefician de su compromiso y de su generosidad”.
Por este motivo, Francisco les agradeció y aseguró sus oraciones para que “se renueve en ustedes el propósito de contribuir a edificar la Iglesia en unidad y para avanzar en la caridad hacia los últimos de nuestros hermanos y hermanas.”
De este modo, el Papa recordó que la misión de la Papal Foundation está vinculada en manera solidaria con el Sucesor de Pedro por lo que les solicitó “continuar a rezar por él y por su ministerio, por las necesidades de la Iglesia, la difusión del Evangelio y la conversión de los corazones”.
“Confío a todos ustedes, junto a sus familias, a la intercesión amorosa de María, Madre de la Iglesia”, dijo el Papa antes de impartir su Bendición Apostólica “como una promesa de alegría y paz en nuestro Cristo resucitado, nuestro Salvador”.
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