La Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) condenó las más de 20 muertes ocurridas durante un enfrentamiento en las Instalaciones de la Comandancia General de la Policía en Acarigua, Estado Portuguesa, y exigió que se investigue para que no queden impunes.
Más de 20 presos murieron y 18 policías quedaron heridos durante el enfrentamiento armado ocurrido el viernes 24 en esta dependencia, que también funciona como cárcel.
Según la prensa local, hubo un motín por las condiciones carcelarias y las fuerzas de seguridad retomaron el lugar con violencia.
El director del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), Humberto Prado, dijo que hubo una “masacre” y afirmó que “entre sus principales responsables” está la ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela.
En un comunicado emitido este miércoles 29, la Comisión de Justicia y Paz de la CEV condenó estas muertes y exigió que no queden impunes. Indicó que este caso se suma “a masacres producidas en otros calabozos policiales años anteriores y que han quedado en absoluta impunidad”.
Recordó que es deber del Estado “garantizar y respetar todos y cada uno de los derechos humanos de la población privada de libertad, la cual se encuentra bajo su cuidado y cuido”.
“La custodia y el orden interno de los establecimientos penitenciarios no puede ser concedido o delegado por las autoridades estatales a particulares, específicamente a otras personas privadas de libertad que mediante la coacción y el ejercicio del terror mantengan un orden basado en la extorsión a los reclusos y sus familiares, en el ejercicio de la violencia y en diversos comercios ilícitos como el de estupefacientes, armas y otros”, señaló.
“No más muertes violentas en nuestras cárceles, no más impunidad. Enviamos a los familiares nuestro más sentido pésame”, concluyó la Comisión de Justicia y Paz de la CEV.
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