Este jueves 2 de agosto la Iglesia en Costa Rica celebró a su patrona, Nuestra Señora de los Ángeles, con una Misa multitudinaria presidida por el Obispo de Ciudad Quesada, Mons. José Manuel Garita Herrera, en la plaza de la Basílica de los Ángeles en Cartago.
Asistieron a la Eucaristía el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, junto con su esposa. También estuvo presente el Arzobispo de Panamá, Mons. José Domingo Ulloa.
Durante la ceremonia, Mons. Ulloa colocó a la imagen de Nuestra Señora de los Ángeles un vestido que lleva el logo y los colores de la Jornada Mundial de la Juventud Panamá (JMJ) 2019, que utilizará durante todo un año.
En su homilía, Mons. Garita encomendó la paz en Nicaragua al Beato Mons. Óscar Arnulfo Romero, “quien clamó por la justicia y cuya vida fue testimonio de santidad y martirio”.
“Al cobijo de nuestra Madre Santísima, imploramos para que cese toda forma de violencia, y pedimos especialmente por nuestro hermano país de Nicaragua”, expresó.
También afirmó que la presencia de Mons. Ulloa “nos une fraternalmente y nos anuncia que estamos cerca de la Jornada Mundial de la Juventud en el hermano país panameño”.
“La presencia del Papa Francisco, que ya ha sido anunciada, y el clamor de tantos jóvenes por un mundo diferente de la mano del Señor Jesús, nos llena de esperanza, y también pedimos a nuestra Patrona, la Reina de los Ángeles, que interceda por este gran encuentro de la juventud mundial”, expresó.
Mons. Garita manifestó que “la presencia materna de Nuestra Señora de los Ángeles, en la conciencia de nuestro pueblo, se renueva año tras año y se expresa en los miles de costarricenses que peregrinamos hasta este Santuario Nacional de Cartago para orar, agradecer y pedir su intercesión y amparo, para vivir en la verdad”.
“La imagen de esta Madre fiel es una memoria permanente del inmenso amor del Padre por nuestra Patria. En efecto, somos una nación con profundas raíces cristianas que, a lo largo de los últimos siglos, ha encontrado en el amor filial a la Madre de Dios un vínculo común de unidad gestor de una convivencia pacífica”, destacó.
“Hoy, en esta fiesta de comunión nacional y eclesial, los pastores de la Iglesia Católica costarricense queremos hacer eco del valor fundamental de la dignidad de la persona humana y de las situaciones que nos preocupan que atentan contra ella”, indicó el Prelado.
El Obispo de Ciudad Quesada aseguró que “se equivocan quienes creen que la misión de la Iglesia se encierra en cuatro paredes o en una sacristía. La dignidad de la persona es sagrada, porque su fuente y origen es Dios; por ello, cada uno -desde su responsabilidad y obligación- está llamado a proteger y promover la dignidad integral de la persona humana, pues ha sido creada a imagen y semejanza de Dios”.
En ese sentido, invitó a todos los costarricenses a que trabajen por “el respeto irrestricto a la vida humana desde la concepción hasta su fin natural, descartando absolutamente el crimen del aborto, llámese como se llame, o como lo quieran llamar”.
También por “la conservación y fortalecimiento de la familia, basada en el matrimonio entre varón y mujer; en la promoción de una cultura de paz y seguridad como respuesta a la violencia desmedida y a la epidemia de homicidios y feminicidios que nos aqueja”
Además, hizo hincapié en la urgencia de una “pronta de una reforma fiscal, necesaria para el país, y que habrá de estar basada en los principios de equidad y solidaridad” y la “implementación de una estrategia migratoria que responda especialmente a las consecuencias que ya tenemos de la grave y lamentable crisis nicaragüense”.
“Nuestra Señora de los Ángeles, Madre amada de nuestra Patria, interceda por todos los costarricenses en esta hora de gracia, renovación y compromiso. Ella nos ayude a ser coherentes y consecuentes con la fe que profesamos, nos obtenga de su Hijo la fuerza siempre atractiva de un testimonio convincente y valiente de nuestra fe”, expresó Mons. Garita.
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