El Obispo de Cuernavaca (México), Mons. Ramón Castro Castro, se pronunció ante las denuncias de inconductas sexuales realizadas contra un sacerdote de su diócesis y que circularon a través de las redes sociales y el correo electrónico.
En un video mensaje publicado en la tarde del 28 de agosto, Mons. Castro Castro aseguró que en la Diócesis de Cuernavaca, en el estado mexicano de Morelos, hay “cero tolerancia” frente a “cualquier tipo de cáncer que haga traicionar la misión que Jesús nos ha dado”.
“Esta es una decisión, es un trabajo que desde hace tiempo estoy ejerciendo y hoy lo ratifico con toda el alma y con toda la responsabilidad que implica mi misión ante el Señor y la confianza que Él ha depositado en mí”.
En las últimas horas, a través de redes sociales y correo electrónico se difundieron una serie de fotos y mensajes presuntamente vinculados al P. Omar Pérez Uribe, párroco de la parroquia San Pablo Apóstol en la localidad de Axochiapan.
En los mensajes y fotografías se vincula sentimentalmente al sacerdote mexicano con diversas mujeres, al tiempo que se incluyen mensajes de contenido sexual explícito.
Con las imágenes se acusa además al P. Pérez Uribe de malos manejos económicos.
ACI Prensa intentó repetidamente comunicarse con el P. Pérez Uribe, pero en su parroquia aseguran desconocer su ubicación.
En su video mensaje, Mons. Castro Castro pidió a los fieles de Cuernavaca que lo ayuden “a extirpar cualquier cáncer, con su oración, con lo que ustedes quieran participarme”.
“Ánimo, no estamos solos, el Señor está con nosotros. Él es el único buen pastor y nos acompañará hasta el fin de los tiempos”, expresó.
El obispo mexicano lamentó que en estos tiempos “la Iglesia como institución está viviendo una realidad muy complicada”.
“Soy sucesor de los apóstoles, soy obispo de la Iglesia Católica y me duele todo lo que escuchamos frecuentemente en los medios de comunicación a nivel internacional y todo aquello que se está por desgracia poniendo en evidencia”, expresó.
Sin embargo, destacó, “la Iglesia es como las cuatro estaciones: primavera, otoño, verano, invierno. Quizás nos toca un invierno, pero hemos de tener la plena seguridad que el Espíritu Santo que la dirige nos habrá de llevar a esa primavera que todos queremos”.
El Prelado señaló que “en el corazón de cada ser humano hay trigo y hay cizaña”, y lamentó que “el sacerdote es como el avión, solo hace noticia cuando se estrella”.
“Pero hay miles de aviones que están cumpliendo con su servicio, así como hay miles de sacerdotes, consagrados, consagradas, que están viviendo en plenitud su vida y su entrega. Pero no hacen ruido”, aseguró.
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