Estudiantes de la Universidad Nacional de Cuyo en Mendoza (Argentina) retiraron una imagen de la Virgen María y otros símbolos religiosos del establecimiento, como muestra de apoyo a la campaña para la separación de Iglesia y Estado.
El hecho ocurrió el miércoles 29 de agosto tras una reunión entre facultades por el conflicto universitario sobre el salario docente, en el marco de un paro que ya lleva 4 semanas.
La imagen de la Virgen María se ubicaba en el ingreso del campus universitario. Días antes de sacarla, los estudiantes pusieron en ella y a otras imágenes religiosas un pañuelo verde que simboliza la campaña por el aborto libre.
ADVERTENCIA: La imagen puede herir la sensibilidad del lector.
Hoy en la Universidad Nacional de Cuyo, promoviendo la inclusión y el respeto... Ah no pará ... Para todos menos para los católicos va eso. #bastadementiras pic.twitter.com/uNwMuj91ZJ
— Pau Prado 💙 (@pauprado6) 30 de agosto de 2018
Tras quitar la imagen mariana los estudiantes dejaron el mensaje: “Por una educación laica y feminista”.
Si bien algunos medios de prensa locales señalan que los universitarios dijeron que la entregaron a la policía, en redes sociales se difundió una foto que muestra la imagen destruida y depositada en una especie de gruta.
El incidente ocurrió días después de que cinco diputados del bloque Cambiemos presentaran un proyecto de ley para remover símbolos e imágenes religiosas de los espacios públicos, bajo el argumento de que “no se condicen con la laicidad del Estado nacional”.
Este hecho se suma a lo ocurrido el 27 de agosto en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba, cuando estudiantes sacaron una imagen mariana y pusieron en su lugar un pañuelo verde y otro naranja, símbolos de la campaña por el aborto libre y la separación Iglesia-Estado. En tanto, en la Universidad de Buenos Aires (UBA), estudiantes taparon una imagen religiosa en la Facultad de Medicina.
El rector de la Universidad Nacional de Cuyo, Daniel Pizzi, cuestionó las acciones realizadas por los estudiantes y llamó al diálogo. Además presentará este tema al Consejo Superior para su análisis.
Por su parte, el Arzobispado de Mendoza consideró el incidente “un grave retroceso en nuestra convivencia democrática. Y, sobre todo, una seria ofensa a la fe de numerosos mendocinos”.
“A los que no comparten nuestras convicciones religiosas, les pedimos respeto en el marco de la libertad religiosa y de culto propios de una sociedad pluralista. Por todo esto, solicitamos de la autoridad universitaria que ejerza su debida responsabilidad en la efectiva protección de estos derechos", resalta el comunicado.
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