En las últimas horas se ha difundido en diferentes medios de comunicación y redes sociales de internet la noticia de que un grupo de jóvenes peregrinos de la Archidiócesis italiana de Lucca habrían mostrado su rechazo al Papa Francisco gritando “Viganò, Viganó” durante la Audiencia General de este miércoles 29 de agosto en el Vaticano. Esta es la verdad.
Según don Gilberto Filippi, Responsable Diocesano para la Pastoral Juvenil de la Archidiócesis de Lucca, que se encontraba acompañando al grupo de jóvenes en la Plaza de San Pedro, lo que en realidad coreaban los peregrinos era “Italo, Italo”, el nombre de su Arzobispo, Mons. Italo Castellani.
“No, no, los jóvenes decían ‘Italo’, el nombre de nuestro Obispo”, fueron las palabras de don Gilberto recogidas por Catholic News Agency, agencia en inglés del Grupo ACI.
Esta polémica hace referencia a la carta de 11 páginas difundida el pasado 25 de agosto por Mons. Carlo Maria Viganò, ex nuncio apostólico en Estados Unidos. En ella, el ex nuncio aseguraba que el Papa sabía de las acusaciones por abusos contra el Arzobispo Emérito de Washington Theodore McCarrick pero que decidió convertirlo en “su consejero de confianza”.
Sin embargo, durante el vuelo papal de regreso del Encuentro Mundial de las Familias Dublín 2018, el Santo Padre no quiso valorar esa misiva: “He leído esta mañana ese comunicado. Lo he leído y diré sinceramente que debo decirles esto, a usted y a todos los que están interesados: lean ustedes atentamente el comunicado y hagan ustedes su propio juicio”.
“Yo no diré una palabra sobre esto, creo que el comunicado habla por sí mismo y ustedes tienen la capacidad periodística suficiente para sacar sus conclusiones”, insistió.
El Papa explicó que se trata de “un acto de confianza. Cuando pase algo de tiempo y ustedes tengan las conclusiones tal vez hablaré, pero yo quisiera que vuestra madurez profesional haga este trabajo. Hablamos luego, ¿está bien?”.
Publicar un comentario