15 de enero de 2023 / 6:37 a. m.
En el Ángelus de este domingo 15 de enero, el Papa Francisco habló acerca de “la libertad respecto a los apegos” e invitó a realizar un servicio con gratuidad y a cuidar a los demás sin ventajas para uno mismo.
Durante la oración mariana, el Santo Padre tomó el ejemplo de Juan, quien “se retira de la escena” y deja el sitio a Jesús, para explicar la importancia de “hacernos a un lado en el momento oportuno”.
Ante los fieles que le escuchaban desde la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco señaló que “Juan pone a sus discípulos sobre las huellas de Jesús” y aseguró que “no está interesado en tener seguidores, en obtener prestigio y éxito”.
Por el contrario, explicó que el Bautista “presenta su testimonio y luego da un paso atrás para que muchos tengan la alegría de encontrar a Jesús”.
“Con este verdadero espíritu de servicio, con su capacidad de dejar sitio, Juan el Bautista nos enseña una cosa importante: la libertad respecto a los apegos”, explicó el Santo Padre.
En este sentido, dijo que “es fácil apegarse a roles y posiciones, a la necesidad de ser estimados, reconocidos y premiados”.
Para el Pontífice, “esto, aunque es natural, no es algo bueno, porque el servicio implica la gratuidad, el cuidar de los demás sin ventajas para uno mismo, sin segundos fines”.
“Nos hará bien cultivar, como Juan, la virtud de hacernos a un lado en el momento oportuno, testimoniando que el punto de referencia de la vida es Jesús”, subrayó.
A continuación, afirmó que esto es importante “para un sacerdote, que está llamado a predicar y celebrar no por afán de protagonismo o por interés, sino para acompañar a los demás hacia Jesús”.
Pero también es importante “para los padres, que crían a los hijos con muchos sacrificios y luego deben dejarlos libres de emprender su propio camino en el trabajo, en el matrimonio, en la vida”.
“Y lo mismo vale para otros ámbitos como la amistad, la vida de pareja, la vida comunitaria. Liberarse de los propios apegos y saber hacerse a un lado cuesta, pero es muy importante: es el paso decisivo para crecer en el espíritu de servicio”, apuntó.
Tras esta explicación, invitó a los fieles a cuestionarse: "¿Somos capaces de hacer sitio a los demás? ¿De escucharlos, de dejarlos libres, de no atarlos a nosotros pretendiendo gratitud?”
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“¿Sabemos alegrarnos de que las personas emprendan su propio camino y sigan su llamada, incluso si eso implica un poco de desapego respecto a nosotros? ¿Nos alegramos de sus logros, con sinceridad y sin envidia?”, preguntó.
Por último, pidió a la Virgen María “que nos ayude a librarnos de los apegos para hacer sitio al Señor y dar espacio a los demás”.
Al finalizar el Ángelus, el Papa Francisco citó al martirizado pueblo ucraniano que sufre tanto y solicitó estar cerca de ellos “con nuestros sentimientos, ayuda y oración”.
Además, recordó que del 18 al 25 de enero se celebra la semana de oración por la unidad de los cristianos bajo el lema “Aprended a hacer el bien, buscad la justicia”.
A continuación, el Evangelio comentado por el Papa Francisco este domingo:
Del Evangelio según san Juan (Jn 1,29-34)
En aquel tiempo, vio Juan el Bautista a Jesús, que venía hacia él, y exclamó: "Éste es el Cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo. Éste es aquel de quien yo he dicho: 'El que viene después de mí, tiene precedencia sobre mí, porque ya existía antes que yo'. Yo no lo conocía, pero he venido a bautizar con agua, para que Él sea dado a conocer a Israel".
Entonces Juan dio este testimonio: "Vi al Espíritu descender del cielo en forma de paloma y posarse sobre Él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: 'Aquel sobre quien veas que baja y se posa el Espíritu Santo, ése es el que ha de bautizar con el Espíritu Santo'. Pues bien, yo lo vi y doy testimonio de que éste es el Hijo de Dios".
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