12 de enero de 2023 / 4:10 p. m.
La Arquidiócesis de Bogotá publicó el 11 de enero un artículo editorial en el que critica al presidente de Colombia, Gustavo Petro, por haber anunciado un presunto cese al fuego, que fue luego desmentido por los grupos armados.
“Como una primera gran derrota del actual gobierno de Colombia hay que interpretar el rechazo de parte de la guerrilla del ELN a un supuesto y acordado cese al fuego pregonado por el Presidente de la República”, señala la nota editorial de la Arquidiócesis de Bogotá aparecida el 11 de enero en “El Catolicismo”.
En la nota, titulada “Paz fácil no hay”, la Arquidiócesis refiere que “se había hecho el anuncio con bombos y platillos, juntando en un solo saco a varias organizaciones criminales, pero más tardó el anuncio que la desmentida”.
“Una cosa es lo que puede querer mostrar el Gobierno Nacional y otra muy distinta la que están pensando los famosos actores armados”, continúa.
Estos grupos, explica el texto, “están movidos por deseos de poder, riqueza, explotación humana y minera y nada tienen que ver con el conflicto social que se aduce generalmente como causa de tanta inhumanidad y crueldad”, prosigue.
El 31 de diciembre, Petro anunció en su cuenta de Twitter el acuerdo de un cese bilateral al fuego “con grupos armados, que rige desde el 1 de enero de este 2023 y se extenderá durante seis meses”.
El acuerdo anunciado por el presidente de Colombia se refería a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), a las disidencias de la guerra de las FARC, y a las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, como también se conoce al Clan del Golfo.
Poco después del anuncio, el ELN desmintió a Petro, señalando que “aún no existe ningún acuerdo en esa materia”.
“Es absolutamente ingenuo pensar que unos grupos que llevan décadas en la guerra, en el narcotráfico, en la trata de personas, en la explotación minera ilegal, es decir, ejerciendo el poder de hecho en amplios territorios y enriqueciéndose a manos llenas, van a renunciar a todo eso porque el Presidente de la República habla de paz total”, destaca la nota editorial de la Arquidiócesis de Bogotá.
A estas alturas “de la historia republicana de Colombia no se puede admitir que los gobernantes cometan este tipo de errores de juicio, porque pueden estar abriendo las puertas para que hagan presencia en la sociedad como personas honorables quienes sobre sus hombros y conciencias no llevan sino sangre y dolor ajenos”, indica el texto.
“Mucho cuidado, incluso con lo que se dice y promete, hay que tener al abordar el tema de la paz en Colombia”, advierte.
La Iglesia dispuesta y atenta
(El artículo continúa después)
Por otra parte, los obispos colombianos han ofrecido “de nuevo mediar en lo que sea posible para construir el camino, largo, muy largo y difícil, para la deseada paz”, señala la nota.
“Pero no se pueden exponer a que los utilicen políticamente y así deshacer la autoridad moral que les es propia. El actual gobierno ha dado muestras de sobra acerca de cómo sus palabras pocas veces corresponden a la realidad y son más retóricas y políticas que otra cosa”, alerta.
“Y los prelados deben tomar atenta nota de esto para no dejarse subir en un carrusel que gira en círculo pero que no tiene derrotero marcado. Cada palabra del actual gobierno hay que examinarla con microscopio”, precisa el texto de la Arquidiócesis de Bogotá.
“A todo lo que anuncia el actual jefe de Estado y sus ministros hay que darle tiempo para saber si se trata de algo real, de una acción meramente política, de palabras para salir rápidamente de problemas planteados o de algo oculto. Infortunadamente así están las cosas”, subraya.
“No hay que ilusionarse con nada diferente y hasta miedo hay que tener a soluciones mágicas o extraordinariamente rápidas. Cuando se tiene afán es mejor ir despacio, dice el refrán”, concluye la Arquidiócesis de Bogotá.
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