La Conferencia Episcopal Puertorriqueña expresó su solidaridad con los deseos “de escucha, paz, libertad, diálogo sincero y libre expresión para afrontar los grandes problemas” pronunciados por el Episcopado cubano en su comunicado más reciente.
“Desde Puerto Rico nos unimos a sus anhelos de una Cuba que, en paz y hermandad, logre los cambios deseados para una vida más digna y feliz”, escribieron los obispos puertorriqueños en un comunicado publicado la semana pasada.
El mensaje de los obispos puertorriqueños fue publicado como una muestra de apoyo a sus pares cubanos, quienes el 12 de noviembre respaldaron el derecho de la población a manifestar públicamente “su malestar por el deterioro de la situación económica y social” en la isla.
En su mensaje los obispos cubanos también aclararon que a la solución no se llegará con “imposiciones, ni haciendo un llamado a la confrontación”.
Por ello, imploraron “que se allanen los caminos del entendimiento, la reconciliación y la paz para que las diversas propuestas sobre el destino presente y futuro de Cuba encuentren un ámbito de cordura, tolerancia, fraternidad y concordia; y se establezca un diálogo armónico y civilizado en el cual se puedan encontrar las mejores soluciones a los desafíos que los atañen” en una angustiada Cuba.
Recientemente, activistas y sacerdotes en varios lugares de Cuba han denunciado persecución, hostigamiento y la militarización de las calles para impedir las marchas pacíficas por la libertad de Cuba convocadas para el pasado lunes 15 de noviembre (15N).
Las protestas también tenían la intención de repetir las multitudinarias e históricas manifestaciones del pasado 11 de julio (11J). Ese día, una multitud de cubanos alzaron la voz por primera vez, después de décadas, para exigir el fin de la dictadura comunista instaurada por el fallecido Fidel Castro hace 62 años y que hoy dirige su sucesor Miguel Díaz-Canel.
Según el Centro de Denuncias de la Fundación para la Democracia Panamericana (FDP), un área de esta ONG con sede en Florida, encargada de visibilizar los casos de abusos y persecución en Cuba, desde el 15 de noviembre a la fecha se ha contabilizado 108 detenidos y 133 personas vigiladas en varias ciudades de la isla.
Los prelados de Puerto Rico exhortaron, en ese contexto, a orar también por el deseo de sus hermanos obispos de “un gesto de indulgencia” para “los encarcelados”.
“Hacemos eco a su llamado a la no violencia y a la no confrontación. Oramos por todo el pueblo cubano para que, en estos momentos de tanta angustia, agitación, dolor, escasez tanto material como de derechos y libertades, sepan abrazar el discurso cristiano de la paz, del amor y la esperanza en un Dios Providente y atento” escribieron.
Finalmente, pidieron a la Virgen de la Caridad su intercesión y enviaron un “fuerte abrazo fraternal y solidario”.
“Junto a ustedes, oramos a la Virgen de la Caridad que también se ha hecho visible en nuestra patria debido a la devoción de tantos queridos hermanos y hermanas cubanos que habitan en medio nuestro. Que ella les acompañe en sus preocupaciones como pastores e interceda por una Cuba, hermanada, unificada y revestida de la verdadera esperanza”, concluyeron los obispos puertorriqueños.
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