Más de 50 mil jóvenes de todo el país se congregaron este 25 de enero en el cerro del Cubilete, en el estado mexicano de Guanajuato, ante el monumento a Cristo Rey.
De acuerdo al Movimiento Testimonio y Esperanza, organizador de la peregrinación juvenil al monumento de Cristo Rey que se realiza tradicionalmente el último sábado de enero de cada año, los jóvenes se comprometieron “por México, en los difíciles momentos de inseguridad, estancamiento económico y presiones del exterior que se viven”.
“En este 2020 nuestro peregrinar cobra además un renovado sentido al recordar la obra del beato Anacleto González Flores, ejemplo de líder católico capaz de dar testimonio en defensa de su fe y amor por su patria, incluso cuando dicha defensa le costó entregar la propia vida”, indicó.
La actual imagen de Cristo Rey que corona el cerro del Cubilete mide 23 metros y fue erigida en 1950 como homenaje a los mártires de la Guerra Cristera. A inicios del siglo XX, la persecución religiosa del gobierno mexicano contra la fe católica, que implicaba las prohibiciones de congregaciones religiosas, limitaciones al culto e incluso la prohibición de que un sacerdote se vista como tal, llegó a un punto en que civiles de diversas partes del país se levantaron en armas.
El Gobierno mexicano respondió con una represión aún mayor y el asesinato de sacerdotes y laicos. Entre los mártires de la Guerra Cristera figura el adolescente San José Sánchez del Río, “San Joselito”, asesinado a los 14 años.
El bando cristero era conocido por sus gritos de “¡Viva Cristo Rey!” y “¡Viva la Virgen de Guadalupe!”.
La actual estatua de Cristo Rey se levanta donde una más pequeña fue dinamitada en 1928 por el Gobierno de Plutarco Elías Calles.
El Movimiento Testimonio y Esperanza destacó que la de este 25 de enero ha sido “la mayor asistencia que se haya tenido, más de 50 mil jóvenes de todo el país”.
Junto al Arzobispo de León, Mons. Alfonso Cortés Contreras, añadió el grupo organizador, los jóvenes “dijeron que queremos no solo anunciar con nuestro testimonio el proyecto de Dios, sino denunciar con valor las injusticias y atropellos que se cometen a diario en nuestro país, atropellos que en muchas ocasiones han llevado a la pérdida de la paz, la tranquilidad e incluso la vida de miles de mexicanos”.
“Los jóvenes católicos de México estamos cansados de la situación que atraviesa nuestra patria. Nos inquieta encontrarnos en un país en el que las autoridades dicen estar a favor de la paz pero de forma recurrente muestran su interés por legalizar el atentado contra la vida de aquellos inocentes que aún se encuentran en el vientre de sus madres, un sistema gubernamental que bajo el argumento de estar a favor de la paz no ha hecho un combate real a todos aquellos que día con día nos agreden y amedrentan sabedores de que sus actos no tendrán consecuencia”.
Los jóvenes mexicanos, continuó el Movimiento Testimonio y Esperanza, “queremos asumir públicamente nuestro papel como constructores de la paz y como defensores de nuestra fe y nuestros principios. Sabemos que esto no es sencillo pero estamos conscientes de la urgencia que existe de ello”.
“Como sociedad mexicana es necesario combatir todas aquellas situaciones de corrupción, impunidad e ilegalidad que generan violencia y restablecer las condiciones de justicia, igualdad y solidaridad que construyen la paz”, aseguró.
Movimiento Testimonio y Esperanza confió además sus trabajos “a María de Guadalupe, reconociéndola como madre e intercesora de todos los mexicanos y como Reina de la Paz”.
“Le pedimos que esté con nosotros y guíe nuestro caminar y nuestra vida, pues confiamos que con su intercesión lograremos llegar a Cristo y cumplir con nuestro compromiso de luchar por la Fe y los valores humanos y cristianos para instaurar la paz en nuestro país que hoy en día tanto lo necesita”, expresó el grupo.
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