Algunas horas antes de su muerte ocurrida el domingo, la superestrella del básquet, Kobe Bryant, asistió a Misa en la parroquia Our Lady Queen of Angels (Nuestra Señora Reina de los Ángeles) en Newport Beach, en California. Los fieles que asisten a esa iglesia rezan ahora por su alma y la de su hija Gianna.
Según informa NBC 4 Los Ángeles, el lunes 27 de enero se ofreció una Misa por el alma de Bryant, Gianna y las demás víctimas del accidente de helicóptero del 26 de enero.
Los fieles también se han reunido para rezar el Rosario por todos los fallecidos en el trágico accidente.
Henry Russell, una ministra extraordinaria de la Eucaristía, recordó que darle la Comunión a Kobe era siempre algo un poco complicado.
“Cuando le daba la Comunión tenía que estirar mi brazo y empinarme para poder llegar hasta él. Eran gente muy sencilla, ¿sabe?”, dijo Russell a NBC.
Kobe Bryant tenía 41 años y era padre de cuatro hijos, una de las cuales era Gianna, de 13 años, que jugaba básquet como su padre y tenía la intención de jugar en la University of Connecticut. Ambos fallecieron el domingo en un helicóptero cuando se dirigían a un torneo juvenil.
Tras el anuncio de su muerte, más de uno compartió la experiencia de haberlo visto con su familia asistiendo a Misa en distintas partes de California, donde Kobe jugaba para Los Angeles Lakers; y en distintos lugares de Estados Unidos.
La cantante Cristina Ballestero publicó en su cuenta de Instagram un relato sobre la vez que vio a Kobe Bryant en Misa en la Holy Family Cathedral en Orange County. “Cuando hacíamos la fila para la comunión (Bryant) esperó a que yo pase. Si creces en la Iglesia Católica, sabes que esta es una forma que asumen los hombres para mostrar respeto hacia las mujeres. Él me dijo también que tengo una bella voz”, contó Ballestero.
“Su rasgo más inspirador fue su decisión de volverse a Dios y recibir su misericordia para ser un mejor hombre luego de una decisión equivocada”, agregó.
En 2015 Kobe Bryant dijo que su fe católica lo ayudó a superar un periodo difícil en su vida y la de su familia.
En 2003, Bryant fue arrestado tras ser acusado de violar a una mujer en una habitación de hotel, en el estado de Colorado. Bryant admitió que tuvo un encuentro sexual con la mujer, pero negó que la haya violado. Cuando la denuncia se hizo pública, Bryant perdió patrocinadores y enfrentó acusaciones criminales, que finalmente fueron retirados.
Bryant publicó una disculpa a su acusadora, con quien también llegó a un acuerdo en una denuncia civil.
“Aunque verdaderamente creo que este encuentro entre nosotros fue consensual, reconozco que ella no vio y no ve este incidente de la misma forma en la que yo lo vi. Después de meses de revisar los hallazgos, escuchar a su abogado, e incluso su testimonio en persona, ahora entiendo cómo se siente y que ella no consintió con este encuentro”, dijo el basquetbolista en su disculpa del 2004.
En 2015, el jugador de básquet dijo a la revista GQ que luego de que el tema se resolvió, decidió dejar atrás algo de la superficialidad que él sentía que había construido en su persona pública.
“Lo que llegué a entender, saliendo de Colorado, es que yo tenía que ser yo, en lugar de dónde estaba en ese momento”.
Bryant dijo que fue un sacerdote quien lo ayudó a hacer algunos importantes descubrimientos personales durante la dura prueba.
Describiendo su temor de ser enviado a prisión por un crimen que él creía que no había cometido, Bryant dijo a GQ que “lo único que realmente me ayudó durante ese proceso –soy católico, fui criado católico, mis hijas son católicas– fue hablar con un sacerdote”.
“De hecho fue algo gracioso: él me mira y dice ‘¿lo hiciste?’. Y yo digo ‘por supuesto que no’. Entonces me pregunta ‘¿tienes un buen abogado?’. Y yo estoy como que ‘uh, sí, él es fenomenal’. Así que entonces él dijo ‘déjalo ir. Sigue adelante. Dios no te va a dar nada que no puedas manejar, y está en sus manos ahora. Esto es algo que no puedes controlar. Así que déjalo ir’. Y ese fue un punto de inflexión”, dijo Bryant.
En 2011, Vanessa Bryant pidió el divorcio a Kobe, alegando diferencias irreconciliables, pero Bryant dijo que decidió no rendirse en su matrimonio, y dos años después su esposa retiró su solicitud de divorcio.
“No voy a decir que nuestro matrimonio es perfecto”, dijo Bryant a GQ en 2015.
“Aún peleamos, como toda pareja casada. Pero sabes, mi reputación como atleta es que soy extremadamente decidido, y que trabajaré duro. ¿Cómo podría hacer eso en mi vida profesional si no era así en mi vida personal, cuando eso afecta a mis hijas? No tendría ningún sentido”, añadió.
Bryant y su esposa habrían asistido regularmente a una parroquia de Orange County, California.
Además, el basquetbolista había conectado su fe católica con un compromiso familiar de ayudar a los pobres, a través de la Fundación Familiar Kobe & Vanessa Bryant. La fundación ayudó a financiar refugios para jóvenes sin techo, así como otros proyectos dirigidos a servir a los más pobres.
Los arreglos para el funeral de Bryant aún no han sido anunciados.
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en CNA
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