Luego de la Misa a la que asistieron este martes 28 de enero en la Basílica de Juan de Letrán en Roma, los obispos de California elevaron sus oraciones por el alma de Kobe Bryant, su hija Gianna y las demás víctimas del accidente de helicóptero ocurrido el domingo en la localidad de Calabasas.
Los prelados de California, Nevada y Hawai están en Roma por la visita ad limina que hacen los obispos al Papa y a los dicasterios del Vaticano para evaluar el trabajo pastoral en sus diócesis. Ellos ofrecieron un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria por las víctimas del accidente del 26 de enero, según informa Angelus News.
Mons. Timothy Freyer, Obispo de Orange, comentó que los obispos “queremos que nuestra gente sepa, especialmente las familias de las víctimas, que están en nuestros corazones”.
Sobre el hecho de que Kobe Bryant estuvo en la Misa de las 7:00 a.m. el domingo que falleció, Mons. Freyer afirmó que “es un signo de la misericordia de Dios en medio de todo. Le da a los que se quedan aquí, especialmente a sus familiares y amigos, el consuelo de que falleció habiéndose nutrido del pan de vida”.
Al recordar que Bryant contó hace unos años que conversar con un sacerdote lo ayudó a salvar su matrimonio, el Prelado resaltó que “también fue una forma de acercarse a Cristo. Con esperanza, cualquiera en cualquier estado, ya sea en gracia o con problemas, desaliento o pecado, también pueden seguir el ejemplo de Kobe y acercarse a la Iglesia para postrarse a los pies de Cristo”.
Por su parte, el Obispo de Fresno, Mons. Joseph Brennan, dijo a Angelus News que Kobe Bryant “fue un gran jugador y era parte de toda la experiencia de los Lakers junto con Shaquille O’Neal. Fueron para mí una maravillosa combinación desde el punto de vista de los fans del básquet”.
El Obispo compartió asimismo que lo conmovió mucho ver las declaraciones de una exestrella de los Lakers y mentor de Bryant, Jerry West, quien dijo que su muerte la sintió como si hubiera perdido a un hijo. “Ver a uno de mis héroes de la infancia conmoverse por un jugador fallecido me sorprendió mucho más que otras cosas en los últimos días”, dijo Mons. Brennan.
El Obispo de Fresno comentó luego que la tragedia lo hizo meditar en la Eucaristía, ya que “la Palabra se hace carne en nosotros. Y se hizo carne en este joven de nombre Kobe y en su bella hija. Entonces seguimos rezando dando gracias por su vida, y rezamos especialmente por Vanessa, la esposa y madre de sus hijos”.
“Estoy muy triste tras escuchar la noticia de la trágica muerte de Kobe Bryant esta mañana. Rezo por él y su familia. Que descanse en paz y nuestra bendita Madre María consuele a sus seres queridos”, escribió el presidente del Episcopado estadounidense y Arzobispo de Los Ángeles, Mons. José Gomez, en su cuenta de Twitter.
So very sad to hear the news of #KobeBryant’s tragic death this morning. I am praying for him and his family. May he rest in peace and may our Blessed Mother Mary bring comfort to his loved ones. #KobeBryantRIP pic.twitter.com/QYMRL7RvCL
— Abp. José H. Gomez (@ArchbishopGomez) January 26, 2020
Por su parte, el Obispo Auxiliar de Los Ángeles, Mons. Robert Barron, destacó el legado deportivo de Bryant y también ofreció sus oraciones por la estrella de básquet.
“Amigos, acabo de enterarme de la inesperada muerte de Kobe Bryant, el legendario icono del básquet aquí en Los Ángeles. Rezamos por el descanso de su alma, junto con los otros fallecidos en el accidente de helicóptero. Que el Señor les dé su misericordia y los reciba en su reino celestial”, dijo el Obispo en su cuenta de Twitter.
Friends, I just learned of the shocking death of Kobe Bryant, the legendary basketball icon here in Los Angeles. We pray for the repose of his soul, along with the others killed in the helicopter crash. May the Lord grant them his mercy and welcome them into his heavenly kingdom. pic.twitter.com/3ngYRC0zZn
— Bishop Robert Barron (@BishopBarron) January 26, 2020
El Obispo de Freyer publicó en Facebook un comentario sobre la tragedia y dijo que “Kobe fue un icono que nos inspiró con sus palabras y acciones para establecer nuestros objetivos, trabajar duro y lograr nuestros sueños. Era un católico comprometido que amaba a su familia y su fe”.
“Como un residente de muchos años en Orange County y un parroquiano en nuestra diócesis, Kobe iba frecuentemente a Misa y se sentaba en la parte de atrás de la iglesia para que su presencia no distrajera a la gente de concentrarse en la presencia de Cristo”, recordó Mons. Freyer.
“Por favor únanse a mí en oración por las víctimas. Que Dios les dé a sus seres queridos la paz y el consuelo en estos momentos difíciles”, concluyó.
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