Catholic Relief Services (CRS), organización de caridad creada por los obispos de Estados Unidos, advirtió esta semana que cerca de 7 millones de personas en Zimbabwe enfrentan severas condiciones de sequía y escasez de alimentos.
“Las familias se han quedado sin opciones para poner comida en sus mesas”, dijo Dorrett Byrd, director regional CRS para África del Sur.
Con las repetidas sequías en los últimos cinco años, muchos de los pequeños agricultores de Zimbabwe se han visto incapaces de alimentar a sus familias. La ONU estima que casi la mitad de los 16 millones de personas en el país necesitan ayuda alimentaria con urgencia y que la Red de Sistemas de Alerta Temprana de Hambruna (FEWS NET) clasifica al país con “crisis alimentaria de Fase 3”, lo que significa desnutrición aguda generalizada.
Las sequías han aumentado en frecuencia e intensidad debido al cambio climático, dijo Byrd. Además del fracaso generalizado de los cultivos, la inflación ha diezmado los ahorros de muchas familias.
Byrd advirtió que la lucha por encontrar comida ha llevado a muchos jóvenes a abandonar el país, y agregó: “Los padres migrantes a menudo dejan a sus hijos pequeños con sus abuelos, que luchan por mantenerlos”.
Actualmente, CRS está trabajando con agricultores en Zimbabwe para enseñar métodos de conservación de suelo y agua. La caridad católica también ofrece cultivos resistentes y está cooperando con el gobierno en un moderno sistema de alarma, que advierte a los agricultores sobre las amenazas a su cosecha.
Sin embargo, incluso con estos avances, Byrd advirtió que se deben tomar más medidas para que el pueblo de Zimbabwe se recupere.
Otros países de la región también se enfrentan a una creciente crisis de hambre. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación informa que más de 45 millones de personas en el sur de África enfrentan actualmente inseguridad alimentaria.
“Esta área del mundo necesita ayuda y necesita ayuda ahora. Esperamos que la situación económica mejore pronto, pero si no se aborda el cambio climático, países como Zimbabwe continuarán sufriendo”, concluyó Byrd.
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