El Papa Francisco invitó a “darse cuenta de que tengo que servir a los demás, a darme cuenta de que no soy el único en el mundo, que tengo que mirar qué necesidades pasa el otro, necesidades materiales y espirituales”.
El Pontífice hizo esta petición en un mensaje de video dirigido el viernes 24 de julio a las 600 personas que participan en la cuarta edición del curso de espiritualidad organizado en la diócesis argentina de Comodoro Rivadavia, en la Patagonia.
El curso está centrado en el tema de la “Conversión a la diaconía social” y emplea como hilo conductor el ejemplo evangélico del Buen Samaritano.
“Nosotros estamos acostumbrados, por egoístas, a pasar de lado, incluso a no ver al que sufre, o a mirar para al otro lado, como el levita y ese sacerdote que pasaron”, lamentó el Santo Padre.
En ese sentido, recordó que “tuvo que venir uno, que no era de la religión de él, a ayudarle. Jesús con esto nos pide que seamos nosotros servidores de los demás como ese hombre, el buen samaritano, que no sabemos cómo se llamaba, un anónimo. Se hizo cargo de quien estaba al borde del camino”.
“Al borde del camino de la vida hay hombres y mujeres como nosotros, hay viejitos y hay chicos que están pidiéndonos con su mirada que le demos una mano. Deseo que todo este proceso de conversión a la diaconía, a ser diáconos, servidores de los demás, tenga mucho fruto”.
El Papa Francisco finalizó afirmando que “los acompaño desde acá, rezo por ustedes, rezo por su trabajo. ¡Y ánimo! Jesús en el Evangelio dice: ‘Ni aquel que haya dado un vaso de agua en mi nombre no quedará sin recompensa’. Yo les pido que dejen latir el corazón, nada más, y que miren bien. Lo demás viene solo”.
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